Chequean en Sierra de Cubitas y Vertientes, los compromisos en el incremento de la siembra de los cultivos varios, una línea que dispone de una alta prioridad tanto en el país como en la provincia.

CAMAGÜEY.- Crecer en la producción de alimentos, especialmente en los llamados de ciclo cortos, mueve las principales urgencias de trabajo en la provincia, donde el lenguaje ya no es otro que sembrar y sembrar.

Hay que aprovechar cada palmo de tierra, en especial aquellas con mejores rendimientos y apoyo tecnológicos, que contribuyan a una superior variedad de productos, y con presencia sistemática en los mercados, golpeados por carencias que estimulan el incremento desmedido de precios.

Tienen los cubiteños todavía pendientes con los planes de siembra, y ahora no están bien, puntualizó Federico Hernández Hernández, miembro del Comité Central del Partido, y su primer secretario en la provincia, y enfatizó en el encuentro para chequear estos objetivos, que es invariable el propósito de llegar a las 1 600 hectáreas (ha) previstas.

En ese sentido, repasó el estado de la maquinaria, revisó cuánto se avanza en los planes establecidos en cada cuadrante de las Fregat, e instó, en primer lugar, a la Empresa Agropecuaria Municipal, a cumplir las indicaciones derivadas de visitas del país y de los dirigentes provinciales.

Raúl Bárcenas, director de la institución en el territorio, planteó que se avanza en la siembra de boniato, maíz y pepino, no obstante existir limitaciones con el tema de los lubricantes, pues aún en medio de dificultades con el petróleo, se trabaja para garantizar los volúmenes imprescindibles.

Se instó a los directivos de la Delegación Provincial de la Agricultura, al aseguramiento de la maquinaria pesada y ligera, de forma tal de alistar nuevas áreas que permitan llegar a los incrementos deseados, y garantizarle, de paso, la logística necesaria al municipio, para fomentar la siembra con fuerzas locales.

El análisis encaró un repaso de cada uno de los cuadrantes sembrados, de qué se dispone, y en ese tema, Jorge Enrique Sutil Sarabia, Gobernador en Camagüey, insistió en tener bien claro cuánto se tiene, cuánto viene faltando, cuánto es el compromiso estatal, y cuánto el de otras formas productivas, y de ellas, las que aportan en secano y las bajo riego.

Instó a explotar de inmediato los denominados enrolladores, que también tributan alimentos, aunque faltan algunos recursos para su explotación, y que son de importación.

Trascendió que se han sembrado fundamentalmente, hasta este momento, boniato (38,9 ha), plátano (166,2 ha), y yuca, con la mayor cantidad, más de 350 ha, aunque se priorizan otras plantaciones como las hortalizas.

Hernández Hernández llamó a un estricto seguimiento a estos compromisos, pues Sierra de Cubitas es el principal polo agrícola, y en esa norteña demarcación se asientan la garantía de entrega de alimentos a la urbe camagüeyana, y el apoyo a otras, por lo que resulta vital el cumplimiento de las indicaciones.

En la Fregat 16 de 67,1 ha, de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Cultivos Varios, el dirigente partidista constató la siembra de un cuadrante para destinarlo al boniato, mientras el Gorbachov (tractor de estera de gran productividad) alistaba otro, que tiene riego por goteo, recientemente empleado en el maíz, y que tendrá un uso inmediato para el plátano.

Importante no perder tiempo. Quedan zonas atacadas por el marabú, y urge igualmente que otras empresas con tareas vinculantes se involucren más, única forma de que los niveles de cosecha sean más visibles a corto y mediano plazos.

El listado de asuntos pendientes es grande, todavía quedan tierras vacías, alrededor del 50 por ciento, y unas 536 ha por acondicionar, de ellas, casi 200 reclaman el empleo de maquinaria ligera y semipesada.

Vertientes incumplió entregas de leche y carne, y eso es algo que no puede suceder, porque son productos de alta demanda popular y de la industria, recordó Julio Velázquez Ávila, delegado de la Agricultura en Camagüey, en el debate con autoridades de ese sureño territorio agramontino.

Durante el intercambio, se revisaron las problemáticas actuales con las producciones agrícolas, concentradas básicamente en el polo Ignacio Agramonte, que tiene en el plátano uno de sus cultivos más representados.

Alexei Prado Prado, primer secretario del Partido en Vertientes, dijo que disponen de varias zonas de desarrollo, y mencionó, entre otras, a Dos Hermanas, de la Empresa Arrocera, y Los Toros, de la Empresa Batalla de las Guásimas, y en general, poseen unas 62 ha para los distintos cultivos.

Uno de los buenos ejemplos de hacer se encuentra en la finca Santa Rosa, de la CCS Juan M. Márquez, donde un par de hermanos mellizos, Jesús y Leonardo Lezcano, saben cómo sacarles el máximo a sus seis caballerías, de esas, una destinada a la ceba de toros, un paliativo económico ante cualquier contingencia natural en los cultivos varios.

Hablan con la naturalidad del buen campesino, y rememoran la reciente cosecha de maíz, que vendieron a la población a bajos precios la mazorca, así como la calabaza, sin descuidar la entrega a otras instituciones de la agricultura y organismos.

“Estamos agilizando el plan de siembra, tras las recientes lluvias, afirmó Jesús, pues son tierras de secano y debemos aprovechar la humedad en los suelos, de lo contrario, corremos el riesgo de perder todo lo avanzado”.

Aunque los vertientinos tienen en la producción arrocera su “plato fuerte”, tampoco descuidan los cultivos varios, en el que tienen fuertes compromisos de entrega, al igual que la carne y la leche, requeridas de un seguimiento permanente por la incidencia en la industria y como parte de la canasta familiar de niños y dietas médicas.

El aprovechamiento de las bondades de la naturaleza con las recientes lluvias, tras una molestísima sequía de varios meses, es un incentivo adicional para impulsar todo lo que implique llevar a la mesa familiar una variada oferta agrícola, sobre todo si contribuye a fortalecer la cesta básica diaria de la población.

La multiplicación de los “partos productivos” continúa siendo un compromiso permanente, pues significa traducir las cifras a comida en la mesa. No hay de otra…