CAMAGÜEY.- De recorrido por territorio agramontino para evaluar la marcha del perfeccionamiento del comercio interior, Grisel Ávila Díaz, viceministra del ramo, expresó a la prensa que se ha avanzado en la mayoría de los objetivos trazados.
“Se aprecia que la provincia viene trabajando. A veces algunas actividades se van quedando atrás, pero lo más importante es que hemos compartido con trabajadores y directivos y hemos contribuido a su capacitación, a que ellos sientan y vean que es posible seguir haciendo un comercio estatal porque tenemos otras posibilidades como es la compra por autogestión para diversificar las ofertas, y que sepan que el perfeccionamiento no es más que hacer cosas diferentes, pero sobre todo para incrementar la oferta y la calidad del servicio”, declaró.
Ese proceso de transformación del comercio, la gastronomía y los servicios, refirió la ministra, se comenzó con la actividad de la gastronomía y la creación de las UEB las cuales otorgan total autonomía a los directores de los establecimientos para hacer sus compras a través de los proyectos de autogestión y lograr los encadenamientos, sobre todo con las formas productivas, con el objetivo de que en la oferta que llega a la población no se encarezcan los precios.
En el caso de lo que se conoce por comercio (bodegas, mercados ideales, venta de mercancías…) se trabaja por el Decreto Ley 34, que establece la facultad que da el director municipal de la Empresa de Comercio a ese administrador para realizar compras por autogestión con un fondo que pueda pagar a las formas productivas y ofertar así variedad de productos.
Una transformación importante en este sentido se enfoca en las bodegas con su cambio de imagen y variedad de surtidos. “Quisiéramos restablecer la bodega que teníamos antes, que no solo oferte los productos de la canasta familiar normada sino también de las minindustrias, industriales… que se encadenen, por ejemplo, con productores de vino, ¿por qué no?, y oferten el vino, el vinagre, el vino seco y otros productos de interés en la comunidad, dijo Ávila Díaz.
También se aprobó lo de la autonomía de la empresa estatal socialista y eso, unido a lo anterior, da la posibilidad de que los trabajadores puedan distribuir sus utilidades y recibir mejor remuneración, pues todavía mantienen un bajo salario.
Por otro lado se han implementado en todo el país las casas comisionistas, o esta área dentro de un mercado industrial donde la población puede mediante un contrato llevar a vender productos. Asimismo se pueden ofertar los productos de lento movimiento y ociosos que están en el sistema, lo que se conoce como venta de oportunidad.
Las ventas a plazo han tenido muy buena aceptación en el país y es una muestra del encadenamiento con productores locales y el fondo de bienes culturales entre otros. Es verdad que tienen un precio diferenciado pero existe un año para poderlo pagar, explicó.
Como parte de las transformaciones en los servicios el Programa de Ahorro Energético pasó a ser atendido como una UEB del Decreto 34, lo que posibilita que con su autogestión pueda comprar, incluso a precios por acuerdo, productos a la población (ollas rotas, ventiladores…) que les sirvan como materias primas para prestar servicios en los talleres del programa, pues todos estos equipos ya vencieron su vida útil.
“Hemos estado realizando en este proceso la informatización de las Oficodas, como un registro público, bien serio, con el objetivo final de que se pueda digitalizar. Lo estamos haciendo a través de los Joven Club de Computación con los propios celulares de los trabajadores, porque no todo el mundo tiene las computadoras, y una vez digitalizado queremos vincularlo con la ficha única del ciudadano y que sea un registro público automatizado”, agregó la vicetitular del Comercio Interior.
Por último se refirió a la licitación de locales, los cuales han sufrido un deterioro que sumado a las limitaciones con el aseguramiento los deja subutilizados. “Se pueden licitar a cualquier persona natural, incluso los trabajadores nuestros están al mismo nivel que cualquier persona que quiera presentar la licitación, ganará quien presente un mejor proyecto.
“¿Pero cuál es el objetivo?, que se presten servicios a la población y se incremente la oferta de bienes y servicios con calidad. No es para vender productos listos para la venta, es para ofertar, sobre todo, alimentos, que es lo que más necesita la población”.