CAMAGÜEY.- Unos 16 casos de COVID-19 por día promedió Camagüey en la última semana, con una tendencia que no permite la confianza, pero avizora el control sobre este último rebrote que tiene ahora como principal vulnerabilidad los eventos en centros laborales.
El Dr. Juan Jesús Llambías Peláez, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, explicó que las tasas de incidencia han disminuido considerablemente, aunque la de la provincia con 38,5 por cada 100 000 habitantes, continúa por encima de 20, cifra necesaria para el regreso a la nueva normalidad.
“Las valoraciones que realiza el Ministerio de Salud Pública para proponer al grupo temporal el cambio de fase toman en consideración la estabilidad de los parámetros durante dos semanas y precisó que lo más importante ahora es evitar que se desencadenen nuevos eventos en centros de trabajo, pues al disminuir los contagios en las comunidades, es en ellos donde está el mayor peligro, de modo que no se pueden relajar ninguna de las medidas de contención establecidas”.
Alrededor de 800 muestras para PCR se procesan a diario en el territorio y de ellas entre unas 350 pertenecen a los estudios poblacionales que se mantienen en zonas con limitación de movimientos o en aquellas donde hayan aparecido casos sin fuente de infección precisada.
Al cierre de ayer, 104 camagüeyanos tenían el virus activo, para un total de 2 726 confirmados en el presente año, entre los que solo ha habido 189 viajeros y desde el aislamiento que se les impone no se han reportado casos asociados a ellos.
De los diez pacientes que se sumaron este lunes cuatro son viajeros, dos del municipio de Vertientes y dos de Camagüey, mientras seis son autóctonos y de la capital provincial. A los ingresados se suma una veintena de sospechosos, similar cifra de personas bajo vigilancia, un centenar de viajeros y cerca de 300 personas aisladas en instalaciones para contactos.
El Dr. Llambías valoró que en medio de la actual tendencia al control del virus, el área norte del municipio cabecera es la que mayor supervisión requiere, debido a casos que se han detectado allí e insistió en que los riegos esenciales están en los eventos institucionales, los que hay que evitar a toda costa. Para contribuir a esa prevención existen en la provincia cuatro equipos de inspección a centros laborales, uno de ellos exclusivo para el municipio cabecera, que supervisa el cumplimiento de las medidas, además del rol insustituible de las administraciones y la responsabilidad individual.
Los municipios con las mayores tasas de incidencia eran Camagüey con 78,7; Minas con 21 ,9; Santa Cruz con 19,4; y los restantes por debajo de 14. Sobresalen también, como elementos de la disminución del impacto de la COVID-19, la ausencia de nuevos confirmados en las localidades de Najasa en los últimos 47 días, Jimaguayú con 28 días sin reportes positivos y Sierra de Cubitas que no ha confirmado casos autóctonos en todo lo que va del año.