GUÁIMARO, CAMAGÜEY.- El aniversario 120 del fallecimiento de Ana Betancourt de Mora se recordó desde el poblado que vio nacer la primera constitución de la República de Cuba en Armas, Guáimaro, ante el complejo monumentario donde reposan, desde el 10 de abril de 1982, los restos de esa patriota y pionera de la emancipación femenina en nuestra nación.

Luego de colocar una ofrenda floral a nombre del pueblo de Camagüey ante el osario, se rememoraron sus ideas en favor de las féminas. Ella declaró en los días de la celebración de asamblea efectuada en el territorio guaimareño:

“Ciudadanos, aquí todo era esclavo en Cuba: la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna, peleando hasta morir si es necesario (...) Cuando llegue el momento de libertar a la mujer, el cubano (...) conservará también en su alma generosa la conquista de los derechos”.

Al encuentro asistieron la segunda secretaria del Comité Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Rosmerys Santiesteban Lagos, la vicegobernadora provincial, Carmen Hernández Requejo, el primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Guáimaro, Damián Zamora Otero, entre otros representantes de organizaciones del territorio.

“Ana Betancourt abrazó las ideas revolucionarias en un contexto difícil, en los albores de la Guerra Grande. Sus acciones, en las condiciones más difíciles de vida junto a los insurrectos, son un legado para todos los habitantes de la Mayor de las Antillas. Su ejemplo es una guía para las nuevas generaciones y una pauta para construir con orgullo el futuro”, expresó Santiesteban Lagos.

Al finalizar el tributo, el Museo de la Constitución de Guáimaro recibió a las autoridades que asistieron al acto quienes apreciaron particularidades de ese acontecimiento histórico y, en especial, la exposición Honor y Gloria, asociada a la notable camagüeyana. La iniciativa consta de un conjunto de fotos tomadas durante el depósito de la urna con los restos de la patriota, así como el caballete que la sostenía y la cinta de la ofrenda floral develada en aquel entonces.

El conjunto monumentario de la destacada mambisa fue inaugurado el mismo día en que se situaron sus restos, lo materializaron el escultor Enrique Angulo y el arquitecto Augusto Rivero con el apoyo de otros ocho profesionales.