CAMAGÜEY.-Al cierre del nonestre del año actual la tasa de mortalidad infantil fue de 3,47 fallecidos por cada mil nacidos vivos en la provincia, mientras la del 2019 terminó con 3,19. Se mantienen sin fallecidos en menores de un año los municipios de Carlos Manuel de Céspedes, Esmeralda, Sierra de Cubitas, Jimaguayú, Minas y Santa Cruz del Sur.

En estos nueve meses se reportaron tres muertes maternas, una menos que las cuatro registradas en igual etapa del año anterior.

La Dra. Ivette Alicia Prince Martínez, jefa de la sección del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en Camagüey, especialista de 2do. grado en Pediatría y en Cuidados Intensivos y Emergencias, cataloga el 2020 como un año muy difícil, pues el importante Programa no escapa la situación sanitaria debido a la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.

De enero a septiembre ha habido un número importante de mujeres que parieron antes de tiempo —parto pretérmino— ,en muchos de los casos por modificaciones del cuello uterino provocadas por las infecciones vaginales, y a causa de la hipertensión arterial en las embarazadas, ambos sucesos relacionados, en su mayoría, con la disciplina de la gestantea, según plantea la Dra. Ivette. Igual hubo una cantidad significativa de niños nacidos con bajo peso.

La atención prenatal exquisita evita los eventos mencionados por el cumplimiento de las orientaciones médicas desde el inicio en virtud de llegar a un parto feliz y con un niño con calidad de vida .

La embarazada debe conocer que padecer de hipertensión arterial durante esa etapa de la vida puede ocasionarle hasta la muerte a ella y a su bebé, o graves daños a este, tanto en la etapa prenatal como en las posteriores. Esto se asocia con el crecimiento intrauterino retardado (CIUR), pues el feto no crece lo que debía y todos sus órganos dejan de aumentar y acarrean serias dificultades: en sus pulmones, para la coagulación de la sangre, regular la glucemia, afectaciones cardiovasculares, insuficiencias renales, por solo mencionar algunos casos.

La especialista insistió en que los niños nacidos con CIUR severo tendrán alguna discapacidad para el resto de su vida.

De igual modo influye el síndrome de flujo vaginal, en cuya prevención se involucran el esposo y la familia. Una mujer que quiere embarazarse debe estar sana de mente y de cuerpo, incluido no tener infecciones de transmisión sexual. Estas pueden causar un parto pretérmino o una sepsis puerperal, peligroso para la madre y el niño por enfrentar cuadros graves en la etapa neonatal.

Si ya está en estado de gestación y presenta ese tipo de afección es su obligación buscar ayuda médica. Durante el embarazo sería ideal la abstinencia sexual, mas como este tipo de relaciones no están prohibidas, lo correcto es utilizar el preservativo.

La familia desempeña un papel importante en que las adolescentes no se embaracen, pues se dispone de anticonceptivos. En todas las farmacias hay tabletas con este fin sin necesidad de receta médica y la pastilla del día después (Levoemer), un método de emergencia si una relación sexual ocurrió sin protección. Y si se llegó a la interrupción de la gestación mediante el arriesgado aborto, puede solicitarse el anticonceptivo en las consultas de planificación familiar, y en la infanto-juvenil. En estos casos se prefiere, dijo la especialista, el implante intradérmico con duración de cinco años.

La Dra. Ivette mencionó como condición indispensable para llevar a vías del éxito el embarazo y el parto, que la pareja mantenga una vida saludable, apartada del alcohol, las drogas, la adicción de fumar y evitar serlo de manera pasiva.

Se cuenta con las instituciones de Salud y el personal preparado para mantener los resultados actuales o que sean superiores y aunque los primeros nueve meses del año van llevando al camino de cómo terminará el año, la experta aseguró que no hay cabida para el exceso de confianza.