CAMAGÜEY.- Pavel Alejandro Barrios Sosa es un crítico y un curador con 22 años de experiencia profesional en esta ciudad, de ahí sus argumentos para el debate acerca de las distorsiones en el sentido del salón de artes visuales hoy en Cuba.

“Es un espacio que intenta promover efímeramente, sin seguimiento ni sistematicidad, la obra de los artistas concurrentes, la mayoría con obras concebidas para el Salón central, sin asideros o experimentaciones sólidas, obras amparadas en el compromiso institucional o en la espectacularidad del momento”, afirmó.

En su conferencia en la Sala de Video Nuevo Mundo comentó la situación que enfrenta el creador para acceder a materiales y la ausencia de una estrategia comercial para la obra.

“Existe vagancia y pereza intelectual en la producción de los artistas”, señaló luego de otra afirmación rotunda: “El artista se concentra en sobrevivir o en ser un mártir del arte. No le interesa investigar, se conforma con el dominio técnico o con proyectos de ambientación”.

Por eso consideró nocivo olvidar la existencia de un público ávido, medular para la trascendencia de la obra: “Lamentablemente muchos de nuestros artistas dejan de ser artistas para convertirse en instrumentistas del arte en buena parte del país”.

Este graduado de Historia del Arte por la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, señaló la tendencia a la espectacularidad del arte hecho para el salón, porque eso falsea la realidad de creación cotidiana ya que
luego no siguen haciendo este tipo de propuestas.

Explicó la infraestructura expositiva condicionada por la historia del arte local, “compuesta no solo por el aparataje técnico-conceptual-material de la institución Arte, sino de las tradiciones artísticas locales, los
preceptos y formación de los profesores de los centros de enseñanza y promoción radicados en determinada localidad, y los dichos artísticos”.

A propósito de propuestas de alto vuelo en la edición XXX del Salón de la Ciudad de Camagüey, él es el curador de "3D Plus", exposición colectiva de escultura ─19 obras de 15 artistas─ a partir de una idea de Nelson Miranda Varona, apreciable en la galería Larios, uno de los 17 espacios galerísticos de la urbe.

Barrios Sosa sugirió perfeccionar la convocatoria y la definición del proyecto curatorial del Salón de la Ciudad, pues opina que no establece con claridad qué se promueve y qué no, y recomendó generar proyectos asociados e invitados para evitar exclusiones.

“De manera general el Salón central sorprende esta vez por la amplitud de la muestra expositiva y por la movilización de artistas que durante años han permanecido ausentes de sus salas. El dicho artístico continúa
inalterable, los artistas, los ejecutivos, especialistas y curadores se deben a unas cuantas dianas, todos las esperamos”, sostuvo.