CAMAGÜEY.- En reiteradas ocasiones escuchamos a personas, por lo general jóvenes, que manejan el concepto de que tal o más cual enfermedad es normal, solo porque quien o quienes la padecen pasan de los 60 años de edad. Por tal razón indagamos acerca de una en específico: la depresión en los ancianos. Acudimos a la Dra. Maray Menéndez Cordero, especialista en Medicina General Integral (MGI) y en Geriatría y Gerontología, y Profesora Instructora, del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad, ella es la encargada de sacarnos de tales dudas.
A nuestra pregunta de si: ¿La depresión es sinónimo de vejez , es normal padecerla por ser adultos mayores?, respondió:
— No, qué va, no es normal; sin embargo, es el trastorno afectivo más frecuente en el anciano y uno de los principales motivos de consultas médicas, aun cuando no esté identificada previamente.
— ¿De no ser tratada adecuadamente qué puede ocurrir?
— La depresión no tratada puede durar años lo que conllevaría a una pobre calidad de vida, deterioro del funcionamiento social y físico, una peor adherencia al tratamiento cuando quiere aplicarse, descompensación de comorbilidades, o sea, de otras enfermedades que padece, así como aumento de morbimortalidad (tasa de muertes por enfermedad en una población y en un tiempo determinados).
— ¿Cómo se manifiesta la depresión en este grupo etario?
— Suele presentarse con disminución del placer o interés por actividades que normalmente le resultaban gratas, trastornos del sueño, disminución o aumento del apetito, pérdida de peso o aumento del mismo, enlentecimiento psicomotor y del pensamiento, sentimientos de inutilidad o culpa...
— ¿Qué riesgo enfrenta?
— Aparte de las manifestaciones mencionadas puede llegar a un aumento en las tasas de mortalidad y hasta al suicidio.
— ¿Quiere esto decir que la depresión en el anciano puede ser grave?
— Sin dudas, en ocasiones sufren de las ideas aludidas, igual de síntomas psicóticos tales como: ruina o hipocondría (trastorno de ansiedad por enfermedad), así como los delirios y como dije puede llegar a intentar contra su vida.
— ¿Desde su propia experiencia cuáles son las causas más comunes que los llevan a ese estado?
— Hay factores biológicos tales como: las enfermedades respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, infecciosas, endocrinometabólicas, ortopédicas, carenciales, neoplásicas y digestivas, entre otras; también factores psicosociales, entre estos: mayor asociación con el estado civil de divorcio o separación conyugal, nivel socioeconómico bajo, escaso apoyo social, presencia de acontecimientos vitales adversos e inesperados como la muerte de la pareja o de un ser querido, la jubilación con la consiguiente pérdida de estatus social y económico, el rechazo de la familia y aislamiento social, así como la institucionalización.
"No podemos dejar de mencionar que los adultos mayores consumen medicamentos por las enfermedades crónicas que padecen los que, a su vez, suelen deprimirlos".
— ¿Puede mencionar algunos de esos fármacos?
— Por supuesto. las benzodiacepinas (calman o sedan), digitales (se utilizan para tratar ciertas afecciones cardíacas), opioides (para reducir el dolor), levodopa, diuréticos, digestivos, antineoplásicos, corticoides, calcioantagonistas (impide que el calcio penetre en las células musculares del corazón y los vasos sanguíneos), antituberculosos y algunos antibióticos, e incluso, anticonvulsivantes.
— ¿Quiénes son más proclives de padecerla, los ancianos o las ancianas?
— Prevalece en las mujeres, pero su diferencia en relación con el hombre disminuye con la edad, de tal manera que puede llegar a igualarse.
— ¿Siempre están dispuestos a hablar sobre su estado de ánimo, o sea. piden ayuda médica?
— No siempre; no obstante, el sexo femenino es el que con mayor frecuencia solicita ayuda.
— ¿Siempre se acude a los fármacos para erradicar ese estado?
— No. El tratamiento de la depresión va desde la psicoterapia, farmacoterapia y terapia electroconvulsiva, pero es muy importante destacar que es individualizado, es decir, depende del paciente, la causa y el tipo de depresión por la que atraviese.
"La terapia no farmacológica más usada es la psicoterapia, que incluye terapia cognitivo conductual, tratamiento familiar e interpersonal aunque su eficacia es moderada en ancianos y en personas muy enfermas".
— ¿Cuáles son las actitudes o comportamientos más recomendados para paliar esta situación?
— El ejercicio físico, hacer estiramientos, yoga. Las personas que están deprimidas tal vez no tengan muchos deseos de hacer actividad física. Hay que llevarlos a que lo intenten de todos modos. Si se necesita un empujón, como decimos en buen cubano, pídale a un amigo que le acompañe.
"Se incluye el comer alimentos saludables y beber mucha agua. Algunas personas con depresión no tienen apetito, y algunas tal vez coman en exceso. Pero lo que comen puede afectar su estado de ánimo y su energía. Entonces, cuando estén deprimidos necesitan asegurarse de comer bien. Debe limitar los hidratos de carbono simples y los alimentos con azúcar agregado, como los postres, también la comida "chatarra". No pasar demasiado tiempo sin comer aunque no sienta hambre, ingerir algo ligero y saludable. Siempre que sea posible, evitar las bebidas con azúcar y con cafeína.
"Se recomienda que se exprese, de tal manera que dedique un tiempo a pintar, dibujar, coser, cocinar u hornear, escribir, bailar o componer música. Hablar con un amigo o jugar con una mascota. Que trate de encontrar algo que le cause risa, disfrutar de una película divertida. Hacer cosas que le ofrezca placer, aunque solo sea un poquito. Todo esto ayudará a combatir la depresión.
"Debe evitar centrarse en los problemas. Tal vez le haga bien hablar de alguno con un amigo que lo quiera. Pero la depresión puede hacer que las personas se quejen, busquen culpables y se ocupen demasiado de las dificultades en si".
— ¿Qué tiempo puede durar un trastorno depresivo en esas edades?
— Depende de los síntomas depresivos, estos pueden ser desde leves que pueden llegar a alcanzar dos semanas, hasta una distimia (trastorno depresivo persistente) entonces los síntomas son menos graves que la depresión mayor, pero puede tener una duración prolongada, incluso, hasta de dos años.
— ¿Algún consejo para quienes conviven con adultos mayores con vistas a hacerlos felices?
— Lo resumiría en una palabra: INDEPENDENCIA, y no en el sentido de vivir solos, sino que mantengan su poder de decisión durante toda su tercera edad, en la medida en la que su condición física y cognitiva lo permita.
"Es muy común que, las personas motivadas, casi siempre por un sentimiento de amor, ven a sus familiares envejecer y empiecen a tomar decisiones por ellos. Cuando esto sucede se inicia una etapa muy peligrosa para los adultos mayores, ya que poco a poco sienten que no tienen control en sus determinaciones y esto los pueden llevar a deprimirse o no estar felices con el día a día. La idea es que las familias los motiven y les ofrezcan opciones de actividades que los ayuden a mantenerse activos".
— ¿Qué aconseja a los adultos mayores en relación con quienes los rodean?
— Deben sentir la seguridad de que su familia desempeña un papel fundamental en sus vidas. Con apoyo, acompañamiento y expresiones de afecto, se favorece el envejecimiento activo y saludable y, a su vez, permiten una mejor calidad de vida. Por otro lado, la soledad está relacionada con una salud más deteriorada, la depresión y un mayor riesgo de muerte prematura.
— ¿El especialista en Geriatría puede ayudar y apoyar al afectado sin que este necesite de ser atendido por un psiquiatra?
— Sí puede, claro en dependencia del tipo de depresión. Vale reconocer que identificar las emociones en el adulto mayor no es algo fácil y si una emoción negativa se apodera de su estado de ánimo el trabajo es mayor. A veces se requiere de que ambas especialidades los acompañe en el tratamiento.
— ¿Alguna recomendación no mencionada para elevarles el ánimo?
— A ellos que deben pensar que pasados los 60 años es el momento en el que pueden finalmente dedicarse solo a disfrutar, tienen tiempo libre sin tantas responsabilidades. Estar conscientes de que es la etapa de más oportunidades de dedicarse a hacer lo que les apetece, cuentan con todo el día disponible para llevar a cabo su propia agenda. Con esa premisa debemos llegar, todos, a la tercera edad. Mientras, los familiares deben reconocerles el trabajo que hicieron para criarlos. Al fin y al cabo, los adultos mayores, son los mentores de nuestras vidas.