CAMAGÜEY.- El cierre del 2023 dejó múltiples insatisfacciones en la Empresa Filial de Conservas y Vegetales de esta provincia, que estuvo golpeada por insuficiencias, tanto en la gestión de contratación, como en la recepción de productos agrícolas.

El decrecimiento respecto al 2022 , según se reflejó en su Asamblea de Balance, ascendió a más de 784 toneladas, en tanto las entregas al turismo mostraron números extremadamente bajos, con una caída de alrededor de 280 toneladas.

En el debate quedó claro que el necesario proceso de contratación no tuvo la calidad requerida, entre otras causas por carencia de disciplina, organización y control de las partes involucradas.

Se insistió en la necesidad de llegar productor a productor de manera directa, y en ello es vital igualmente establecer los vínculos necesarios con las direcciones de las bases productivas, algo que tuvo demasiadas fisuras.

El propósito en el pasado año preveía la recepción de tomate maduro, y verde, fruta bomba verde y la del tipo Rayona, mango maduro, pimiento maduro, cebolla, col, pepino, maíz tierno y guayaba madura, el único surtido que logró mostrar la “mejor cara” al cerrar al 102 por ciento.

Tal acumulación de carencias con lo contratado originó que solo se llegara al 29 por ciento de las 4 mil 453 toneladas a recibir, con un peso fundamental afincado en el tomate maduro, del que apenas llegó a la industria el 0,03 por ciento de lo planificado.

Aunque tampoco satisfacieron los índices concebidos, el mango (75 %) y el pimiento maduros (59) fueron los de mejores saldos, si se comparan con el tomate maduro, por ejemplo, con una caída respecto a lo estipulado en más de 2 mil 447 toneladas.

En un simple resumen, siete de los once artículos comprometidos, no aportaron absolutamente nada a las dos fábricas de esta institución: El Mambí, y la otra existente en el poblado de Camalote.

Los portadores energéticos requieren un superior control, así como trabajar en función de que los mantenimientos establecidos tengan mayor calidad, aunque en este sentido, y por gestiones con otras entidades del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), se lograron adquirir algunos recursos deficitarios, precisó Aurelio Mesa, al frente de ese departamento.

Sobre las ventas minoristas y al sistema de turismo, Reydinson Vázquez, del área comercial, expuso los positivos resultados en las ventas directas a la población, y la necesidad de alinear algunas cuestiones relacionadas con los precios de expendio en divisas al sistema de tiendas y hoteles, un importante tema que ya tuvo solución.

Las implicaciones con los déficit de materias primas se aprecian en indicadores económicos como la producción bruta (al 71,4%), la mercantil (90,7), las ventas netas (57) y en divisas (58), así como en un acápite tan importante como la productividad (55,2).

Dalia Fuentes Navarro, directora de la Empresa, precisó que el 2023 fue crítico, por lo que en este 2024 se tiene que trabajar con más intencionalidad, evaluar las contrataciones productor a productor, lo que ya permite ir recibiendo las primeras cantidades de tomate, en una campaña que “puede ser superior”, dijo.

Han establecido, acotó la directiva, que con las primeras elaboraciones de tomate, lograr concentrados al 20 y al 24 por ciento, que faciliten alcanzar valores agregados en líneas como salsas para pizzas, y condimentadas, jugos, ketchup y otras.

Queda claro que en el periodo en curso deben enfrentar una reorganización de su fuerza laboral, mejorar los sistemas de pago, especialmente en el lavado de botellas, y aumentar la capacitación de su personal, en especial lo relacionado con los maestros dulceros.

En el encuentro fueron reconocidos como Mejores trabajadores, Norberto González, y Camilo Saavedra, ambos de El Mambí, y Yaquelín Rodríguez (Camalote).

Este 2024 entraña enormes tareas para la Empresa Filial de Conservas y Vegetales, y la principal es una: revertir sus bajos resultados, cumplir las mil 535 toneladas de su programa, y eso implica superar lo real del 2023.