CAMAGÜEY.- La alimentación es uno de los servicios más afectados con la falta de fluido eléctrico, pues no solo genera problemas para la conservación de los alimentos, sino también para el proceso de elaboración. A eso se le suma el déficit de combustible que limita el acopio y la distribución de los productos.

Según Daniel Iglesias Guzmán, coordinador de ese programa en el Gobierno Provincial, la situación más crítica en estos momentos se halla en la producción del pan. Con una reducción considerable de la harina, crecen las deudas de pan, aunque se prioriza este producto para la canasta familiar normada. En el caso del pan que se producirá este sábado para vender el domingo, solo está garantizado para las bodegas y los centros penitenciarios, no así para otros servicios sociales y la gastronomía.

Además, si antes este alimento se elaboraba a partir de las 10:00 p.m. y se podía terminar el proceso en la madrugada, con las afectaciones eléctricas, se reduce el tiempo para la producción.

Iglesias aseguró que se trazan estrategias para solucionar otra de las grandes problemáticas relacionadas con la alimentación: la distribución de la leche. Muchas veces esta llega fuera de horario de venta y se corta antes de ser entregada a la población, lo que provoca muchísimo malestar.

Una de las alternativas para la alimentación en estos momentos complejos es el establecimiento de puntos de venta en las comunidades. Más de setenta funcionan actualmente en la ciudad, para las que se elaboran raciones superiores a las dos mil. Esta modalidad ha tenido aceptación en varias circunscripciones por la calidad del servicio y el precio módico de los productos. El costo total de las “completas” oscila entre los 35 y 40 pesos dependiendo de la entidad a la que pertenezca cada punto.