CAMAGÜEY.- Más allá de indicadores y estadísticas, la doctora Ivette Alicia Prince Martínez, jefa de la sección del Programa Materno Infantil (PAMI) en la Dirección Provincial de Salud aquí, aseguró que el propósito en Cuba es entregarle a las familias el niño deseado y con calidad de vida. Este es, a su vez, un precepto que garantiza el futuro del país.

En los tiempos que corren, con una situación sanitaria imposible de ignorar, los especialistas se esmeran por sacar a madres y niños del contexto del coronavirus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19; sin embargo, esto no es posible sin el empeño de cada familia. El cuidado de embarazadas y bebés empieza en casa.

No obstante, es evidente la necesidad de mantener la limitación de la entrada de visitas a las instituciones hospitalarias, el uso obligatorio del nasobuco o mascarilla, velar por el lavado de manos, el distanciamiento social, y la pesquisa de síntomas respiratorios, normas higiénicas inviolables.

Todo sin dejar de funcionar los siete hogares maternos, cinco en el municipio de Camagüey y los restantes en Santa Cruz del Sur y Florida para no descuidar a las gestantes ante alguna complicación.

Las vidas salvadas en menores de un año son obvias desde hace muchos años por el empeño del Estado y su Ministerio de Salud Pública (MINSAP), sin embargo, siempre hay por hacer, razón por la cual son más los propósitos que los resultados.

Ivette, también especialista de 2do. grado en Pediatría y en Cuidados Intensivos y Emergencias y Máster en Enfermedades Infecciosas refirió que durante los tres primeros meses del año ocurrieron 1 419 nacimientos, 58 menos al relacionarlos con los de igual periodo del año anterior, algo lógico dadas las circunstancias epidemiológicas que enfrenta la nación hace poco más de un año.

Destaca que en ocho municipios de la provincia no se reportan fallecidos en menores de un año, mientras Guáimaro, Esmeralda, Santa Cruz del Sur, Florida y el cabecera fueron los de peores resultados.

El índice de bajo peso registrado al nacer, los partos antes de tiempo y la mortalidad en las etapas neonatal, preescolar, escolar y de adolescente mejoran en el actual 2021, no así en los menores de un año y en la materna.

No se ha descuidado la atención a la pareja que no logra concebir su hijo, ni otros programas que tributan al PAMI como la red cardiopediátricar aun en medio de las tensiones económicas que sufre el país bajo el bloqueo impuesto por Estados Unidos acrecentadas por la pandemia.

Es vital en la etapa actual el seguimiento que reciben los niños que padecieron de la COVID-19 con vista a detectar temprano las posibles secuelas.