Realmente ya no sé de qué manera diferente escribir, persuadir e implorar. Durante los últimos 15 meses hemos apelado al autocuidado, a la responsabilidad individual y colectiva, a la exigencia de los jefes, para no llegar a donde estamos hoy, que en Camagüey se rebasaron los cálculos para el peor de los escenarios de transmisión del SARS-CoV-2.