Desde Espejo de paciencia hasta la fecha, mucho se ha escrito en Camagüey; textos que entretejen épocas y enriquecen la literatura cubana. La ciudad principeña, es cuna de esta manifestación artística, considérese así no solo porque naciera en ella la primera obra de la pluma de Silvestre de Balboa, sino porque continúa meciendo de forma verosímil, las historias de las calles, la fe y sus dueños.