Mientras millones de personas sedientas andan decenas de kilómetros en muchas regiones del planeta para obtener agua potable, en Cuba, en Camagüey, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) perfecciona la preservación de las fuentes de abasto, ataja agresiones antisociales a los acuíferos, sana salideros y avanza en el uso óptimo de ese vital recurso.