Los antecedentes de una institución representativa de la salud en Camagüey y en Cuba, como el hospital oncológico docente María Curie, se remontan a 1941, cuando fue nulo el apoyo de los gobiernos neocoloniales a las voluntades de la Liga Contra el Cáncer. Hoy, con cuatro servicios y la dedicada atención en el progreso paulatino de los pacientes, el centro constituye uno de esos grandes sanadores materializados por la Revolución Cubana a pesar del boqueo estadounidense contra nuestro país.