Camagüey.- Eyden tiene seis años. Ya puede asegurarse que aunque estudie mucho y vaya a la Universidad, siempre será un guajiro legítimo; tiene raíces profundas, de las que también calan hasta el tuétano humano. Eyden monta caballete con regularidad y emprende andada. No chico, no me confundí, sí, caballete, no caballo.