CAMAGÜEY.- Los choferes de la Base de Ómnibus Urbanos 02 tienen el altruismo tatuado en el lado izquierdo de su pecho. Parecen haber nacido para estos tiempos que requieren del sacrificio como combustible esencial. Ellos transportan al personal clínico y de servicio que se ocupa de quienes enferman y trabaja para evitar la expansión de la pandemia.

ENTREGA EN LA CARRETERA

Jorge Flores Castellanos es uno de esos consagrados hombres que anda por las carreteras confiado, gracias a sus 15 años de experiencia. Después de su jubilación, en la unidad provincial de patrullas, se incorporó a la Base 02. Con la situación excepcional que vive el país, ofrece servicios al ejército de batas blancas del Hospital Materno.“A partir de las 6:00 a.m. los recogemos en las paradas y, posteriormente, salimos con el relevo a las 8:30. A las 4:30 p.m. regresamos al Hospital para trasladar a quienes terminan su turno y para las 6:30 p.m. efectuamos otra ronda que incluye también a los que concluyen a las 7:45.

“La desinfección es muy importante. Siempre tengo un paño con agua clorada y lo paso a los asientos, el timón y los pasamanos. Además, les exijo a los compañeros que antes de subir se limpien bien las manos y el calzado”.

Desde la propia Base 02, ubicada en el reparto Froilán Quirós, el director, Santiago Álvarez López, reconoce que la disciplina de los choferes ha resultado fundamental para implementar las estrategias en el presente contexto. “Destinamos 10 vehículos para nueve policlínicos, distribuidos en varios subgrupos, y hemos ajustado nuestras rutas a los de esas instituciones.“En estos momentos se hallan en funcionamiento unos 46 carros, de un total de 59, pero para finales del próximo mes nos proponemos contar con 58. Solo quedaría pendiente uno que sufrió un impacto.“Otras formas de apoyar es trasladando a los médicos de consultorios de las zonas lejanas como Cromo, y hemos llevado siete pacientes de sus provincias de origen”.

De una familia fundadora de ómnibus urbanos viene Rogelio Leal González. Él ama ,“de corazón”, esa herencia. “Nos esforzamos al máximo. Yo participé en eventos meteorológicos, como el ciclón Paloma, cuando fui conductor en la cadena de tiendas Caribe y ayudé a evacuar una tienda de Santa Cruz del Sur. Entonces moví mercancías, pero ahora se trata de personas que salvan vidas y demuestran al imperialismo lo grande que somos”, dice con lágrimas en los ojos. Benito Ramírez García, otro hábil al volante, conversa con satisfacción de su trabajo. Antes recorría los caminos de la ruta 224, del reparto Modelo al Psiquiátrico, “pero mi deber ahora consiste en prestar servicios a la sociedad en el combate contra el coronavirus. Mi familia siempre se preocupa, y antes de salir me dicen que me cuide”.

Sin embargo, Ramírez García refiere que “la labor que realizamos nos exige un elevado esfuerzo. Tenemos que mantenernos ante el timón durante la semana entera, también al tanto de normas de higiene. No nos queda tiempo, al final del día, para comprar los artículos de primera necesidad. Requerimos incentivos que reconozcan justamente las horas de abnegación”. Según la responsable de los ómnibus que trasladan al personal del Hospital Provincial, Irma Acosta Aguilar, “los choferes de nuestra base han tomado esta tarea con mucha responsabilidad. Si tienen que quedarse más tiempo o llegar antes, lo hacen. Trabajan, incluso, los fines de semana. Ahora mismo solo reciben estimulación moral”. Y habló de que las gestiones relacionadas con el tema, por parte de la dirección, toman su curso. Aclaró Álvarez López que “los jueves nos reunimos con los trabajadores y comenzamos ese encuentro con un aplauso para todos, como mismo hace la población con los médicos. De igual manera, resaltamos su tenacidad, particularizando con los más destacados”.

VOLUNTAD SIN FRENOS

Una de las acciones más complejas que acomete la Base 02 es el traslado de pacientes y sospechosos desde el puesto de mando El Tinajón, situado en la circunvalación de Camagüey. En ese lugar se reciben los viajeros del exterior, que llegan de La Habana, antes de llevarlos a los centros de aislamiento. La práctica diaria, como expresa uno de los conductores, Manuel García Bastista, le ha enseñado a ser más humano y útil. “En dicha instalación se encuentran disponibles tres vehículos, para lo que haga falta, las 24 horas. También nos ocupamos de llevar a sus hogares a quienes se han recuperado del virus”, apuntó Santiago.

Las vivencias de estos días dejarán una enseñanza única para el futuro, y así lo confirma el directivo: “Nosotros tenemos un expediente llamado COVID-19. Se evalúa allí el uso del combustible en el período, la actividad económica de la base, y hemos ganado en madurez para los momentos en que volvamos a la normalidad. “Los mismos subgrupos de trabajo se quedarán, ya es-tamos pensando en cómo mantenerlos para las rutas más importantes como la 19, la 224, la 24 y la 9, que llegan hasta la Universidad o el reparto Lenin”. Los trabajadores de la Base 02 constituyen el ejemplo real de que sobre ruedas también se fabrica el destino de una nación.