CAMAGÜEY.- Es evidente que la tasa de mortalidad infantil habla por sí sola de la marcha del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en Cuba; sin embargo, no es la única que mide estabilidad y calidad de vida en otras edades en los menores, e incluso, en las embarazadas y paridas.
Una buena orientación a la pareja en edad fértil garantiza un tanto el buen desenvolvimiento del estado de gestación, y hasta en buena medida el evitar el nacimiento de un bebé con ciertas dificultades si consumen el ácido fólico, al eludir ciertas malformaciones congénitas, ah, deben tomarlo tanto las muchachas como los muchachos, es un error pensar que solo la futura madre es la responsable en este sentido. Se conoce que el ácido fólico, que es la vitamina B9 o folato, es un nutriente vital necesario para el organismo humano por su ayuda en el mantenimiento y en la creación de células nuevas.
Esa vitamina contribuye a la protección del bebé, desde que es concebido, contra defectos que aquejan la columna vertebral y el cerebro, conocidos como del tubo neural.
Resulta atinado conocer que la pasión de tener un bebé sano no depende solamente de la atención médica y el momento del parto, la pareja y su familia son los pilares para que esa etapa de gestante transcurra lo más sana posible, pues esta es una manera de evitar malformaciones congénitas.
Cuba enfrenta dificultades económicas y el Estado invierte en tecnología y preparación de sus profesionales de la Salud para mostrar indicadores como los actuales. Por ejemplo, la provincia de Camagüey cerró el pasado año con 3,9 fallecidos por cada mil nacidos vivos y la tercera vez por debajo de cuatro; no obstante, se sabe que en ocasiones hay quienes “encargan” sus bebés sin asistir antes a su médico y controlar dolencias como: la hipertensión arterial, la diabetes, las cardiopatías, la obesidad o mujeres con bajo peso, entre otras, y eso constituye un riesgo tremendo.
Después de logrados los niños son llevados entonces a sitios con abundante cantidad de gente como sucede en los eventos deportivos o de festividades populares y eso no es correcto, tampoco el exceso de besos de familiares y amigos a veces hasta con afecciones respiratorias y otras transmisibles al contacto de persona a persona.
Los niños pequeños deben ser protegidos de todos esos actos, esa es una insistencia permanente de la Dra. Ivette Alicia Prince Martínez, jefa de la sección del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en ese nivel, especialista de 2do. grado en Pediatría y en Cuidados Intensivos y Emergencias, Profesora Auxiliar y Máster en Enfermedades Infecciosas.
Y si nos referimos como al inicio que el PAMI recoge otros indicadores no menos importantes vale mencionar que los accidentes son evitables en infantes de todas las edades, pues como enfatiza la Dra. Ivette ocurren en niños sanos, y no es ocioso insistir en la necesidad de la lactancia materna, y ser veladores de que no falte una sola de las vacunas contra las 13 enfermedades que asegura esta nación.
Para todo lo anterior en Cuba están disponibles los profesionales de la Atención Primaria y Secundaria de Salud y aunque toda mujer tiene el derecho de elegir y parir a sus hijos padezca de lo que padezca, es bueno tener en cuenta que el momento oportuno indicado por el especialista le hará la vida más llevadera a ella y a su bebé, y con una mejor calidad.