CAMAGÜEY.- “Indignante” fue uno de los calificativos que el expresidente Rafael Correa dio al arresto por la policía metropolitana, del periodista Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres, después que el presidente Lenin Moreno lo despojó de la ciudadanía que ostentaba de ese país.

Desde hace alrededor de siete años el director de Wikileaks permanecía en la sede diplomática ecuatoriana a la que acudió en busca de asilo para evitar su detención decretada por un juez australiano por un supuesto delito de tipo sexual y del cual fue posteriormente exonerado por caducar sus efectos.

El mandatario Moreno justificó su decisión alegando que Assange había violado convenciones internacionales del derecho de asilo y había tenido un comportamiento irrespetuoso, pero no son pocos los que consideran que la drástica decisión está referida a la divulgación hecha por el Portal Wikileaks de documentos que revelan los nexos del Presidente y familiares con un escándalo de corrupción de los llamados INA Papers con cuentas bancarias en Panamá.

Numerosas han sido abjuraciones hechas por Lenin Moreno en lo que va de su mandato, dirigidas todas, según los especialistas, al desmontaje de la política trazada por la Revolución Ciudadana de Correa, entre ellas el tiro de gracia que dio a Unasur, no solo retirándose de esta organización integracionista, como otros gobiernos de derecha, sino también exigiendo la devolución del edificio que esta ocupaba en la ciudad de Quito así como la persecución desatada contra funcionarios del anterior Gobierno.

Pero a mi juicio, esta decisión de retirar la condición de asilado a una persona que acudió a su embajada buscando protección ante el peligro de ser detenido y deportado a los Estados Unidos donde se le auguraban duras penas de cárcel u otras peores consecuencias, es una de la más reprochable por su falta de solidaridad, ética y carácter deshumanizado.

No es ocioso recordar que el Portal del cual es director Julian había revelado miles de documentos del Gobierno norteamericano en los que puso al descubierto operaciones secretas de éste, comprometedoras en sus relaciones con países y personalidades e instituciones, y que el Gobierno estadounidense considera tales hechos delitos informáticos y de espionaje, razones por las que exigían su detención y extradición a los Estados Unidos para ser juzgado aquí.

Llevado, después de su detención, ante la Corte de Magistrados de Westminster esta lo declaró culpable de violar las condiciones de fianza del 2012 en la que se encontraba y le decretó un año de prisión y fijó para el 12 de junio la celebración de la audiencia ante la Corte Real del Reino Unido que decidiría el futuro judicial de Assange.

El arresto del director de Wikileaks y el hecho de que se la haya retirado la nacionalidad ecuatoriana, decisión tomada por el presidente Lenin Moreno, que se asegura no es potestad de su cargo sino del órgano legislativo del Estado, ha provocado el rechazo de múltiples organizaciones y personalidades que lo consideran un acto de venganza.