CAMAGÜEY.- Una amplia representación de la sociedad de Camagüey, acompañada de las maximas autoridades de la provincia, reeditó la primera marcha del pueblo combatiente, protagonizada por el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz y Camilo Cienfuegos Gorriarán, el 21 de octubre del 1959, para desarmar la sedición del conspirador, Hubert Matos Benítez.

La caravana, integrada por estudiantes, jóvenes, campesinos y obreros, partió desde la calle San Pablo ante la edificación que fuera la antigua sede del Instituto de la Reforma Agraria, para desandar los pasos de aquellas multitudes desarmadas que tomaron un cuartel sin más armas que la valentía y la confianza en el proyecto de sus líderes.

Durante el acto en el otrora Regimiento Agramonte se recordaron los acontecimientos de aquel día, en palabras del historiador de esta provincia, Ricardo Muñoz Gutiérrez: "Gracias al servicio del capitán, Jorge Enrique Mendoza Reboredo, el Comandante en Jefe fue alertado de la situación en Camagüey y envío a Camilo para desarticular la traición. Una vez en este mismo sitio, armado de coraje, el hombre del sombrero alón detuvo a Hubert Matos".

Apuntó el conocedor que esa acción demostró la confianza de Fidel en él, "como cuando le ordenó tomar un cuartel del nivel de Columbia. Son increíbles las palabras del sedicioso, Hubert Matos, quien más tarde alegó que Camilo se puso de su lado aquel día en que fue apresado". Enfatizó que el pueblo que acompañó a Camilo, ese glorioso día, fue el mismo del Rescate de Sanguily, de las mujeres que se fueron a la manigua para seguir a sus hijos y de los hombres que dejaron sus riquezas para ir a a la manigua.

La ocasión resultó propicia para honrar a los protagonistas de la epopeya con el talento artístico de las nuevas generaciones, con la música y la poesía, entregar el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas a estudiantes de la escuela de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, y la condición Siempre Joven a cuatro alumnos de la escuela militar Camilo Cienfuegos, una muestra de que el relevo de los actores de aquellos hechos está asegurado.