CAMAGÜEY.- “Cuba está luchando por salvar su industria azucarera y para ello hemos aprobado 93 medidas que organizan y facilitan el trabajo del sector, pero necesitamos más disciplina, racionalidad y sacrificio para sacarla adelante”, comentó el primer viceministro cubano Jorge Luis Tapia Fonseca a los obreros y directivos de tres de los cuatro centrales camagüeyanos que molerán en la venidera zafra.
Durante un recorrido por los centrales Batalla de la Guásimas y Panamá, en el municipio de Vertientes, y Carlos Manuel de Céspedes, en el municipio homónimo, recientemente constituidas como Empresas Agroindustriales Azucareras, el primer viceministro se reunió con los colectivos laborales de las industrias, las cooperativas y las empresas del sector para comprobar la aplicación de las 93 nuevas disposiciones y algunas de las 63 que anteriormente se habían aprobado para beneficiar la producción agropecuaria en el país.
Junto al presidente del Grupo Empresarial Azucarero (Azcuba), Julio Andrés García, y las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, Tapia discutió a detalle con los colectivos laborales la necesidad de implementar dichas medidas para la próxima campaña, que comenzará en Camagüey el 14 de diciembre cuando muela las primeras cañas el “Céspedes”.
Con los presidentes de las cooperativas los altos dirigentes reflexionaron sobre las ventajas de arrendar camiones y maquinarias a la empresa Tranzmec y la necesidad de contratar abogados y especialistas para mejorar tecnológica y estructuralmente. Según el vertientino Carlos Masip, presidente de la Cooperativa de Producción Agropecuaria “José Ramón Sánchez”, “estos cambios llegaron en el momento justo y estamos conscientes de que favorecerán a todos. Ya está en nuestras manos la posibilidad de desarrollarnos y crecer, porque ya no dependemos de otros organismos y entidades que retrasaban o entorpecían el trabajo. Ahora hay que buscar mejores rendimientos, diversificarnos, exigir disciplina e invertir correctamente cada peso”.
Al respecto el presidente de Azcuba recordó que “ahora todos los actores económicos están en igualdad de condiciones. Ustedes como cooperativa o como empresa, pueden negociar con cualquier otra organización o compañía para obtener los recursos que necesiten o para comercializar los productos. Incluso, pueden crear empresas mixtas con capital extranjero, pero para eso tienen que crear un plan de la economía e inscibirse en el registro mercantil cubano”.
A decir de Tapia, las cooperativas se convierten en el motor de la zafra a partir de este momento, pero deben ser responsables y rentables desde la preparación de la tierra para la siembra. “No pueden permitirse siembras que no rindan o atrasos en las entregas, porque las empresas podrán demandar a las cooperativas por incumplimiento de contratos. De igual manera, será inadmisible que los grupos técnicos certifiquen a un central como listo y a los tres días del arranque haya que parar por roturas”.
En el inicio del recorrido, los directivos comprobaron las condiciones en las que se encuentra el “Batalla”, industria que iniciará el 7 de enero sus operaciones. Aunque se han resuelto muchos problemas, todavía queda trabajo para poner en marcha la maquinaria que producirá azúcar exclusivamente para la exportación.
Luego pasaron al Panamá, donde Tapia instó a sus administradores y técnicos a “optimizar cada proceso para generar ingresos por diferentes conceptos: calidad y cantidad de azúcar, producción de mieles y derivados y generación de electricidad”. Sobre ello, Félix Aparicio Zorrilla, director de la empresa, dijo que “hicimos algunas inversiones que nos permitirán detener la producción en horario pico para generar electricidad y vender unos seis megawatts diarios al sistema electroenergético nacional”.
Antes de llegar al “Céspedes”, la comitiva cumplió con el compromiso de visitar a los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base Derivados del Sorbitol, del municipio de Floridad, quienes merecieron la bandera de Proeza Laboral por ajustar sus procesos en tiempo récord para producir oxígeno medicinal en los peores momentos de la pandemia de COVID-19. Allí comprobaron que la planta está en un proceso de perfeccionamiento empresarial que les permitirá ampliar sus capacidades productivas y diversificarlas para entrar al mercado biofarmacéutico nacional e internacional.
Una vez en el “Céspedes”, central que marcará el comienzo de la zafra en la provincia, Tapia y sus acompañantes comprobaron que hay atrasos en la puesta en disposición de maquinarias y transporte. En el lugar se analizaron las demoras y se buscaron soluciones para resolverlas.
Tras chequear todo lo referente a la recogida, acopio y transportación de la caña hasta los centrales y su posterior procesamiento, el primer viceministro y su equipo de trabajo concluyeron en que “los agroazucareros camagüeyanos están haciendo el mayor esfuerzo para salir adelante en medio de difíciles condiciones. El país todavía presenta dificultades para acceder al combustible y los aseguramientos para emprender la zafra con garantías, pero estamos seguros que con la constancia, el ingenio y la responsabilidad de los trabajadores superaremos esos obstáculos. Con la aplicación de estas medidas y la entrega de los cubanos, salvaremos la industria azucarera”.