CAMAGÜEY.- Con aplausos recibió el pueblo camagüeyano la caravana de jóvenes, estudiantes y trabajadores, que año tras año reedita la entrada de Fidel y los Barbudos a esta ciudad. Esta vez una prenda hizo particular el trayecto, el nasobuco que nos acompañó durante casi todo el 2020.

Como aquel 4 de enero de 1959, las actuales generaciones de cubanos dejaron claro que defenderán el proceso revolucionario cubano, ahora de la guerra no convencional que se nos hace. A pesar de que el 2020 fue un año particularmente difícil para los cubanos en medio de pandemias y recrudecimiento de la guerra económica, en la Plaza de la Libertad se respiraban ganas de continuar la obra que hace 62 años comenzó a edificarse.

A nombre de quienes se saben la continuidad de aquella generación que entró a Camagüey con tiranía descabezada a los pies, Kely Álvarez Fernández, primera secretaria del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas en el territorio, aseguró que los enemigos de la revolución gastan millones en desestabilizar el país y su principal apuesta es la juventud, esa juventud que estuvo en la primera línea de enfrentamiento a la Covid-19 en la zona roja, en los centros de aislamiento, en la lucha contra las ilegalidades, con la misma pasión y entrega de aquellos que bajaron de la Sierra, conscientes de que esas son las tareas del momento.

En la jornada, un grupo de jóvenes recibió el carné que los acredita como militantes de la vanguardia juvenil cubana, muestra de que como decían los que reeditaron este año la entrada triunfal del ejército rebelde a Camagüey, aquí hay muchos Fidel, dispuestos a seguir haciendo por Cuba.