CAMAGÜEY.- El miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Monteagudo Ruiz, acompañado por el viceprimer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca y otros dirigentes del Ministerio de la Agricultura en el país, revisaron en Camagüey los programas lecheros y cárnicos incumplidos hasta la fecha, pero con reservas productivas para recuperarse en el último trimestre del actual calendario, caracterizado por los embates de la pandemia de COVID-19 y el asedio reforzado del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos.

Hasta este sábado los vaqueros de la provincia más ganadera del país acumulaban un déficit de casi 15 millones y medio de litros de leche y aunque el clima anual ha sido favorable para mejores números, aún aportan unas 270 000 unidades diarias a la industria láctea, ritmo insuficiente para recuperar el atraso productivo.

Los eventos meteorológicos siguen beneficiando pastizales y aguadas camagüeyanas para acopios superiores, solo que en las 281 bases lechera que incumplen, conocen de la ausencia o la presencia intermitente de una cifra nada despreciable de productores que no acuden a entregar en los puntos de enfriamiento el vital alimento y lo desvían con fines de lucro personal.

Ante esta situación se orientó una revisión profunda y sistemática, la visita personal y esclarecimiento con esos propietarios que violan los convenios y compromisos contraídos con la entrega de leche para niños, personas enfermas y otros fines sociales, máxime en tiempo de pandemia.

Parejamente con estas medidas organizativas ante la falta del control administrativo en casi todos los municipios lecheros, las autoridades visitantes y dirigentes de la ganadería, de conjunto con expertos y científicos de la Universidad de Camagüey y de todo el país, elaboran proyectos para la recuperación ganadera en Camagüey. Estos incluyen la capacitación de los trabajadores de ese sector económico, la aplicación de la ciencia y la técnica, con el rescate de buenas mañas tradicionales para no detener el desarrollo vacuno frente a las limitaciones de recursos de importación, en especial los concernientes con la alimentación de los animales.

La rehabilitación de pastos, la siembra de caña, king grass, plantas proteicas; la fabricación de heno, ensilaje para la nutrición de la masa bovina lechera y de engorde en el período seco; la recuperación de fuentes hídricas, molinos a viento, son algunas de las acciones en marcha para, junto con el mejoramiento genético del rebaño, el aumento de la natalidad (hoy solo al 70 % de lo planificado) y la reducción de la mortalidad de terneros y vacunos adultos por falta de alimentos, propiciar el incremento de los acopios de leche y el aumento de peso en los ejemplares destinados al sacrificio cárnico, para mejoría económica de la familia ganadera y el cumplimiento de la industria cárnica, cuyos representantes afirmaron disponer de capacidad suficiente para asimilar en lo que resta del 2020 el envío de animales para procesar no menos de 7 800 toneladas de carne.

Monteagudo Ruiz orientó a las bases productivas ganaderas, direcciones municipales y unidades pecuarias camagüeyanas¸ cuyas economías dependen de este importante renglón que puede evitar el desembolso de divisas en la adquisición de leche en polvo y otros derivados de las producciones vacunas, a sacar soluciones de las experiencias negativas, a elevar el control de la masa bovina y la disciplina laboral. Paralelamente con el rescate de la ganadería en Camagüey, dijo, deben también plantar cultivos varios, producir comida para aportar a la alimentación de la población en estos tiempos difíciles, de los cuales con el trabajo organizado, productivo, y el cumplimiento de los planes concertados, saldremos, una vez más, adelante.