Camagüey.- La Oficina Nacional de Administración Tributaria (Onat) potencia aquí la captación de ingresos, a través de la recaudación de impuestos que se revierten en un destino útil a escala global de la sociedad.

Esta es la función que, por acuerdo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, se le dio a la Onat desde su fundación en 1994, asunto primordial para el desarrollo del país.

Los recursos monetarios que llegan a esta institución nutren los presupuestos locales, dedicados, en lo fundamental, a los servicios de salud y de educación, proceso a los que nadie escapa directa o indirectamente o mediante la asistencia a un familiar. Solo en el el 2018 se recaudaron más de 2 mil 225 millones de pesos, y para este año se prevé un aumento del 10%.

Cuando se habla de recaudación, la referencia es muy concreta, es sobre los ingresos, tanto del sector estatal o de personas naturales. El mayor peso lo tienen los primeros por los elevados volúmenes de producción que genera o de prestación de servicios. Este trabajo implica una elevada cultura tributaria, en función de que las personas sean disciplinadas y cumplan sus obligaciones.

Arisbel Castellanos Guerra, jefa del departamento de atención a los contribuyentes y Judith Navarro Ricardo, jurídica de la Onat ofrecieron a la prensa una pormenorizada información al respecto que vino a enriquecer el comentario.

Por referencia, la labor de la oficina abarca la valoración de las personas jurídicas y naturales incumplidoras de las obligaciones de pago en el período que deben realizarla, asunto en el que inciden mayoritariamente los casos de los impuestos de transmisión de bienes y herencia.

Por este concepto en la provincia en este sentido hay una deuda significativa, en lo que incide que muchas personas realizan compra y venta de viviendas y de autos, y desconocen la obligación de abonar por ese concepto.

A pesar de que se ha ido elevando la conciencia tributaria no dejan de presentarse casos de los que evaden el pago del impuesto sobre el transporte terrestre y cuentapropista que no realizan sus aportes en fecha.

Los funcionarios de la Onat no son entes pasivos. Mantienen diálogo directo, y actúan según sea necesario, con los trabajadores por cuenta propia que se conoce que sus ingresos son mayores y permiten una carga más alta impositiva o con aquellos contribuyentes que obvian la declaración jurada, y a quienes se cataloga de omisos.

Por municipio se posee el listado de los mayores deudores, incluso, se aclara la posibilidad de denunciarlos ante los órganos correspondientes por evasión fiscal, con el paso previo de la vía de apremio, cobro forzoso de la deuda.

En este caso se le ofrece diez días hábiles más para hacer efectivo el pago. De no abonar la deuda recibe un acta de advertencia, sujeto de iniciar el proceso de evasión fiscal.

Judith Navarro como jurídica especificó que el objetivo de la Onat no es sancionar, sino que se pague el atraso, aunque la mayoría de los casos procesados presentaron la DJ, pero no con los ingresos reales obtenidos, mientras la mayoría de la diferencia ha salido por una acción de fiscalización.

En estos momentos –como se prevé en Ley—se habla de la posibilidad de embargo de los bienes del infractor, siempre que se compruebe por vía legal que es de su propiedad.

Cabe una pregunta final: ¿Si la Ley Tributaria cubana goza de amplias bondades por qué no apegarse a las normativas legales? Recordemos siempre el destino útil de los impuestos.