CAMAGÜEY .- Los altos inventarios de cubiertas para viviendas en los puntos de venta de materiales de la construcción en la provincia, expresan que las comisiones temporales y las oficinas de trámite deben dinamizar las estrategias dirigidas a que los afectados accedan al recurso destinado por el país tras el huracán Irma.
En estos momentos el territorio dispone de más de 42 000 tejas de fibrocemento y 22 860 de zinc para las personas cuyas fichas técnicas reflejan daños totales y parciales en sus techos; sin embargo, en ambos casos las extracciones por la población de esos materiales son mínimas.
Esa problemática resulta paradójica, más cuando en el caso de los totales la solución llega al 80 %, y únicamente Jimaguayú y Sibanicú han cerrado, en tanto Carlos Manuel de Céspedes (58 %), Florida (62) y Vertientes (63) exhiben los peores números.
Najasa (98) y Santa Cruz del Sur (96) están en condiciones de incluirse entre los cumplidores casi de inmediato; no obstante, el llamado insiste en que a todos los pendientes se les busquen las alternativas que cada situación demande.
El fenómeno meteorológico dejó a su paso 7 231 inmuebles sin techo, de ellos 5 763 tuvieron respuesta completa, pero otra es la realidad en los considerados parciales, que fija en 68 % los casos terminados. En ese aspecto solo Santa Cruz del Sur y Sibanicú lograron cumplir. Najasa y Jimaguayú pudieran sumarse al selecto grupo.
Si existe el material, entonces no se concibe que en los totales de techo queden 386 familias por guarecer su casa; por ello es determinante precisar in situ las causales y hallarles pronta viabilidad.
De acuerdo con los requerimientos indicados, un derrumbe de techo lleva 18 tejas de zinc o 48 de fibro, mientras en los parciales las entregas corresponden a la mitad de esas cantidades.
Según Jorge Luis Calvaire Hernández, director de Ventas de Mercancías del Grupo Empresarial de Comercio Interior (GECI), Camagüey recibió en el actual año 145 303 tejas, y en estos momentos la capital agramontina (con más de 25 000), Nuevitas y Esmeralda presentan las mayores cifras de ese elemento a la espera de su comercialización.
Nuevos arribos se esperan. Las urgencias son claras: no todos los casos están resueltos, sin olvidar su incidencia negativa en los mecanismos económicos de la provincia.