CAMAGÜEY.- Creada con el objetivo de mantener vivo el legado, costumbres y tradiciones de las diferentes comunidades de migrantes que conviven en la provincia de Camagüey, la Casa de la Diversidad Cultural, mantiene cada mes varios espacios caracterizados con ese fin.
Las comunidades de asiáticos, europeos, árabes y caribeños, cuyos ancestros se asentaron en esta demarcación como resultado de olas migratorias y hoy permanecen mediante las nuevas generaciones, realizan tertulias, intercambios de experiencias, eventos teóricos y encuentros culinarios, entre otras iniciativas.
Visibilizar el quehacer de esas herencias es el principal objetivo de la entidad, única de su tipo en el país, según explicó a la ACN Yolexy Pilliner López, director de esa institución, la cual es una dependencia de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC).
Aquí también se imparten clases de idiomas, pues una de nuestras metas es que se mantengan vivas las lenguas maternas de sus ancestros, y para ello en estos momentos tenemos abiertos dos cursos, uno de creole, y otro de coreano, ambos guiados por especialistas, agregó.
Además, se efectúan las tertulias Herencia y Presencia, dedicada al legado asiático, y Alisios, orientada al conocimiento de la herencia europea, la más común por causa de la gran cantidad de españoles de diferentes regiones que se asentaron en la provincia, además de rusos.
A esas actividades se agrega Espacio Caribeño, donde los oriundos y descendientes de esta zona geográfica, realizan representaciones de sus patrimonios músico danzarios, los cuales se han aglutinado principalmente en los grupos Desandann, Bonito Patuá, Caidije y Marcelo Sin Frontier.
El directivo comentó que la celebración de las fechas significativas de cada uno de esos países deviene motivo de reunión en la Casa de la Diversidad, la cual se ubica en un lujoso inmueble de los años 30 del siglo XX, que exhibe valiosos valores arquitectónicos patrimoniales.
Por ese motivo, y la ardua labor de rescate y remozamiento constructivo ahí realizado en 2011 recibió, el Premio Nacional de Restauración que otorga el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, y otros dos conferidos por la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) y la filial cubana del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos.
Difícilmente los lugareños o visitantes que transiten por el frente de la institución quedarán ajenos a la belleza de la construcción donde es admirable la yuxtaposición de estilos que van desde los arabescos en relieve de la fachada, a las columnas en la entrada y sus cuatro arcos de medio punto, elementos que dan fe de los valores de esa edificación camagüeyana.
Situada en la céntrica calle Cisneros, justo frente a la otrora Plaza de Armas, hoy Parque Ignacio Agramonte, la Casa deviene sitio de obligada visita para todo aquel que desee conocer las raíces culturales que conforman la identidad del pueblo cubano.