Este 19 de mayo, iremos otra vez a su encuentro. Jóvenes y martianos de toda Cuba cabalgarán junto a él en Dos Ríos. Los agramontinos lo evocaremos en el parque que lleva su nombre. Cada busto suyo, junto a la bandera en cada escuela, y en cualquier rincón de su patria amada, deberá llenarse de flores y de compromisos. Mas, el homenaje verdadero será el cotidiano, el que no se marca en el almanaque con fechas sino con obras: el de seguir andando a su lado, 130 años después, de cara al sol, para vivir y hacer.

28 de enero de 1853: Nace José Julián Martí Pérez, el hijo mayor de Leonor y Mariano; y hermano de siete hermanas.

 

José Martí tenía solo 17 años cuando fue condenado a seis años de privación de cárcel acusado del delito de infidencia. En las canteras de San Lázaro vivió días de dolor y observó los crímenes más horrendos.

“Ninguna pluma que se inspire en el bien puede pintar en todo su horror el frenesí del mal. Todo tiene su término, en la monotonía. Hasta el crimen es monótono, que monótono se ha hecho ya el crimen del horrendo cementerio de San Lázaro”.

   

Parte a España el 15 de enero de 1871. Desterrado no cesa su accionar revolucionario y conoce allí las raíces del sistema colonial. “De aquí a dos horas embarco desterrado para España. Mucho he sufrido, pero tengo la convicción de que he sabido sufrir”.

   

 

El joven Martí apreció como a un padre a su maestro, Rafael María de Mendive, a quien le debió parte de su formación y la necesidad de sentir la causa de la independencia de Cuba.

“Trabajo ahora de seis a de la mañana a ocho de la noche y gano cuatro onzas y media que entrego a mi padre. Este me hace sufrir cada día más (...). La carta de Ud. de ayer me ha salvado”.

 

 En 1878 Martí se convierte en padre, nace José Francisco Martí Zayas-Bazán, hijo de la unión con Carmen Zayas-Bazán. A su hijo dedicaría un poemario cuya dedicatoria recoge el amor hacia el pequeño y la nostalgia de un padre.

 

“Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti. Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en esa forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón. ¡Lleguen al tuyo!

 

 

A su amigo entrañable,Fermín Valdés Domínguez,Martí escribió varias cartas.
“Qué alegría siento cuando pienso en lo interior de tu corazón, y en lo que tú y Consuelo se dirán cuando acaba la luz del día y empieza la del alma. ¿Creerás que ese pensamiento es para mí una verdadera fuente de dicha?”.

 

El 14 de marzo de 1892 ve la luz el periódico Patria que serviría como portavoz de la emigración cubana y una de sus obras cumbre como periodista.

“Nace este periódico, a la hora del peligro, para velar por la libertad, para contribuir a que sus fuerzas sean invencibles por la unión, y para evitar que el enemigo nos vuelva a vencer por nuestro desorden”.

 

“Eso somos nosotros: Pinos Nuevos”.

En 1891, con motivo del aniversario del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina pronuncia el discurso Los Pinos Nuevos. “Otros lamentan la muerte necesaria: yo creo en ella como la almohada, y la levadura, y el triunfo de la vida”.

 

El 10 de abril de 1892, se declara constituido el Partido Revolucionario Cubano (PRC), punto culminante de un proceso de búsqueda de formas organizativas más viables para la guerra que se gestaba.

“Los partidos suelen nacer impulsados ya sea por un astuto aventurero, instigado por un pecho encendido que inflama en pasión volátil a un gentío apagadizo o por el empuje de un pueblo aleccionado que proclama su redención”.

 

El 11 de abril de 1895, Martí y Gómez desembarcan por Playita de Cajobabo y se incorporan a la Guerra. Un año antes le escribió a su amigo Fermín:

“Sudo muerte; pero vamos llegando. Y tengo una fe absoluta en mi pueblo”.

 

Casi un mes después de su llegada a la Patria para incorporarse a la guerra se reúnen Martí, Gómez y Maceo en La Mejorana, donde a pesar de las contradicciones se vislumbró con claridad que los tres estaban juntos a la hora de decidir el destino de Cuba. Mucho antes escribiría en una carta a Gómez:

 

Hay algo que está por encima de toda la simpatía personal que Ud. pueda inspirarme, y hasta de toda la razón de oportunidad aparente”.

 

“Yo sin cesar pienso en usted”.

La última carta que escribiría a su madre, con fecha del 25 de marzo de 1895, es una muestra del amor incondicional hacia ella.

“El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre”.

 

19 de mayo de 1895: José Martí cae en combate en Dos Ríos.

“Qué hermoso sería morir a caballo, peleando por la libertad de Cuba, junto a una palma”.