Este 19 de mayo, iremos otra vez a su encuentro. Jóvenes y martianos de toda Cuba cabalgarán junto a él en Dos Ríos. Los agramontinos lo evocaremos en el parque que lleva su nombre. Cada busto suyo, junto a la bandera en cada escuela, y en cualquier rincón de su patria amada, deberá llenarse de flores y de compromisos. Mas, el homenaje verdadero será el cotidiano, el que no se marca en el almanaque con fechas sino con obras: el de seguir andando a su lado, 130 años después, de cara al sol, para vivir y hacer.