CAMAGÜEY.- Entre los que continúan trabajando duro por estas jornadas se encuentran los trabajadores de la Empresa de Servicios Comunales. Aunque han limitado el movimiento de su personal administrativo indirecto, como ha sido el llamado de la máxima dirección del país, se mantienen activos los procesos que le dan vida al organismo y que hoy constituyen prioridad.
Según declaraciones de Ever Ávalos Piñera, director provincial de esa entidad, en la Revista Especial Informativa transmitida por Televisión Camagüey, unos 4 000 trabajadores se despliegan por toda la provincia para garantizar la higiene que exige la lucha contra la COVID-19.
“A partir de hacerlo con mayor racionalidad y efectividad se ha incrementado el uso de la tracción animal, lo que en la ciudad impacta de manera diaria en los consejos populares; de las camas ampiroles, pues hoy contamos con tres vehículos especializados que prestan un servicio ordenado en respuesta a todas las situadas en la provincia; y de igual manera damos uso a los camiones colectores, que funcionan en las áreas urbanas fundamentales de la ciudad”, explicó.
EN ZONAS CLAVES
Comunales también llega hasta los hospitales, tiene representación en los centros de aislamiento y estuvo en las dos zonas que han sido declaradas en cuarentena en la provincia y que ya concluyeron ese período.
Nuestro equipo les vio laborar en el consejo popular Buenos Aires-Bellavista donde solo se le permitía entrar a seis personas.
“Estamos orgullosos de ser parte de este enfrentamiento aunque sabemos de los riesgos y por eso cumplimos más que nunca con todas las medidas de protección para no enfermarnos ni enfermar a nuestra familia. Estamos recogiendo aquí y en otro horario trabajamos en el resto del consejo”, dijo entonces a Adelante Juan Méndez Digurnay, jefe de la brigada del tractor 742.
La recogida de desechos sólidos se realizó en esas 16 manzanas de manera diaria, con entrada en los horarios de la mañana y la tarde. “Se logró estabilidad en el servicio y saneamiento a toda el área. Asumimos la tarea con responsabilidad y cumplimos. La brigada contó con todos los medios de protección para garantizar su salud”, manifestó José Luis Huelga Díaz, director del distrito Joaquín de Agüero, a la vez que pidió la ayuda de la población para mantener cuanto se ha hecho y evitar las indisciplinas sociales.
CONTINÚAN OTRAS RUTINAS
Cándido Marrero Torancio es parte del equipo del camión colector que recoge la basura en el reparto Julio Antonio Mella. Tiene un hijo que padece de hemofilia y se siente expuesto a cualquier cosa, por eso dice que su principal reto es cuidarse para no llevar la enfermedad a su casa. Al igual que el resto de sus compañeros se levanta a las cuatro de la madrugada porque comienzan sus labores en el distrito a las seis.
A la brigada de chapeadores del distrito Ignacio Agramonte “se le monitorea el trabajo con más exigencia”, expone Yasmany Cintra Cobas, técnico de Higiene. “Del sistema comunal también depende la salud. Como andamos mucho en la calle corremos riesgos pero tomamos todas las medidas. Mi familia me exige que debo cuidarme, tengo un niño de un año y tanto aquí como en mi casa cumplo con las orientaciones que se han dado para evitar el contagio de la enfermedad”.
La recogida que antes era en días alternos se realiza ahora diaria. “Contamos con 67 carretoneros y cuatro tractores. ¡Se ve la limpieza! Uno de los principales problemas a que nos enfrentamos es el vertimiento de escombros, en cualquier lugar nos hacen una loma al otro día de haber trabajado allí, pedimos a la población que tome conciencia con ese asunto”, reflexionó Ricardo Aguilera Rodríguez, subdirector del distrito.
“Veinticinco de nuestros compañeros se mantienen en sus casas a raíz de las medidas que se han tomado y dos chapeadores están a tiempo completo en la vocacional. Los que quedamos estamos yendo al detalle por donde pasamos, nos hemos unido en una brigada integral”.
TODO TERMINA EN EL VERTEDERO
El municipio cabecera cuenta con dos áreas de vertederos. La municipal, y otra en el camino hacia Cabeza de Vaca. En el municipal vierten los hospitales, el cementerio y recientemente los centros de aislamiento y los lugares en cuarentena.
En dos turnos organizan el trabajo los seis operarios que, como Rafael Acosta Ferrá, joven de 25 años, tienen la función de hacer cumplir allí lo establecido, de ellos dos son mujeres. Como en todas partes extreman las medidas de protección y velan celosamente porque los desechos de estas áreas de mayor riesgo sean enterrados para evitar la propagación de infecciones, motivo por el cual no deben quemarse, aclara.