CAMAGÜEY.- Altos y bajos en la generación térmica, por averías de unidades de centrales eléctricas en diferentes puntos del país, marcaron una semana compleja, y en la provincia el déficit de energía obligó a retirar el servicio a numerosos circuitos e incumplir la programación planificada por bloques y horarios.
La crisis mayor se produjo desde el pasado sábado hasta el martes, por la baja disponibilidad del sistema electroenergético y la avería en la línea de 220 KV, que provocaron en el peor momento un défi cit de 85 MW.
Las oscilaciones (movimiento bruscos por disparidad del flujo de energía en los cables de alta tensión) condujeron a una sobrecarga causante de la partidura de los conductores en la línea que enlaza a Nuevitas con Holguín en la madrugada del sábado. La grave avería fue reparada en 24 horas por los trabajadores eléctricos y el apoyo de varios organismos.
Sin embargo, la inestabilidad continuó por las constantes roturas en varias termoeléctricas, todas con muchos años de explotación e imposibilitadas de cumplir los mantenimientos por la carencia de piezas y otros medios tecnológicos, debido al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba.
La “10 de Octubre”, de Nuevitas, con más de tres décadas en funcionamiento, también afronta la paralización de sus máquinas, se empeña de inmediato en su restauración y vuelve a sufrir averías, enfrentadas con el esfuerzo, a veces sobrehumano, de trabajadores del enclave y especialistas
de la nuevitera unidad empresarial de base de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas.
El jueves último, por ejemplo, a media mañana, las tres unidades estaban sincronizadas al sistema según refirió Eddy Pérez Castro, encargado por la dirección de la industria de ofrecer la información. Algunas no generaban la capacidad diseñada, pero aportaban al país en su conjunto 257 Megawatts. Sin embargo, alrededor de las siete de la noche se produjo una avería en el área de caldera de la Unidad Cinco, de 76 MW, que redujo las potencialidades.
Ante estas situaciones objetivas, la Empresa Eléctrica Camagüey informó que la programación de apagones por bloques solo puede cumplirse si la indicación del despacho nacional de carga no supera los 30 MW de afectación, que es la cantidad por la que está diseñado cada bloque.
En cambio, el martes durante el día se afectaron 55 Megawatts y en el horario pico de la noche, 65 MW, lo que se tradujo en la interrupción del servicio en los 118 circuitos apagables y otros cinco no considerados en esa categoría, con un tiempo promedio de siete horas y un máximo de 10 en algunas áreas. El miércoles, a pesar de la entrada de la “Guiteras”, de Matanzas, siguió el déficit.
La Empresa Eléctrica mencionó que dentro de los circuitos no apagables se encuentran los de las estaciones de bombeo que suministran agua a la ciudad de Camagüey, de los hospitales, del central Ignacio Agramonte, donde se enclava la planta de oxígeno, de Cupet y centros de aislamiento, con un mínimo de afectación.
Numerosas quejas de la población acerca de la imposibilidad de planificar las tareas domésticas dependientes de la electricidad y el perjuicio a las teleclases alertan de informar con la mayor prontitud posible las afectaciones y sus causas. Mas, no hay razones ocultas para la oscuridad que tanto nos irrita, la generación eléctrica en el país continúa impactada por razones económicas y palpables.