CAMAGÜEY.- El primer reporte de la existencia del caracol gigante africano en Cuba data del 2014. A la vuelta de los años transcurridos su incremento es evidente. En la provincia, desde mayo del actual año a la fecha han sido encontrados 932 ejemplares —todos destruidos—, diseminados en tres consejos populares.

En La Esperanza fueron detectados en 10 viviendas; en Vista Hermosa, en 39; en Agramonte-Simoni, en tres, con predominio en jardines, microvertederos, zanjas, patios, entre otros, de acuerdo con la información ofrecida por el Dr. Juan Llambías Peláez, director del Centro de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), en la provincia.

Los operarios del sector de la Salud dedicados a la lucha antivectorial tienen la obligación de chequear las viviendas y sus alrededores y adoptar medidas oportunas ante la presencia del molusco, aunque si la población identifica o sospecha de que lo ha descubierto debe darlo a conocer a las autoridades para cumplir con lo establecido.

Puede medir hasta 20 centímetros de largo y diez de ancho, con bandas de colores claros y oscuros, prefieren estar en plantas, paredes , y sitios húmedos y con sombra.

Se conoce y así es orientado, añadió Llambías Peláez, la necesidad de responder con agilidad al enfrentarse a ese tipo de caracol, aunque la protección de las manos con guantes es vital para acabarlo de manera mecánica; de ser más de uno hay que reunirlos en una jaba de nailon y aplastarlos. También se hace un hueco con no más de 80 centímetros de profundidad, verter cal o sal común en el fondo al ubicarlos vivos o no y cubrirlos para ser soterrados, siempre lejos de abastos de agua. Al seguir estos pasos se esquiva la contaminación del manto freático

Igual resulta muy seguro quemarlos; no obstante, deben ser sepultados. El especialista en Epidemiología hizo hincapié en que jamás sean triturados y abandonados muertos en las calles porque el riesgo continúa en la babosa.

Este molusco hermafrodita requiere del apareamiento para fecundar, vive entre cinco y seis años y pone hasta 300 huevos unas tres veces al año.

Pese a que en Cuba no se reporta una tradición confesa de utilizar estos moluscos como alimento, es imprescindible conocer que está incluido en un listado de 100 especies exóticas invasoras más dañinas en el mundo, se nutren de diversos tipos de alimentos, mantienen una resistencia alta a los cambios del ambiente, su nivel reproductivo es enorme, e incluso, desplaza a otras poblaciones de caracoles.

El Dr. Llambías se refirió a no olvidar que ese molusco es un hospedero intermediario entre el ratón y los humanos, por lo cual puede provocar en las personas un tipo de meningoencefalitis, angiostrongilosis abdominal —enfermedad parasitaria— y bronquitis, y conminó a que es acuciante llevar al detalle el lavado de frutas y vegetales antes de ser ingeridos.