CAMAGÜEY.- La política de la vivienda en Cuba para transformar el actual panorama en los próximos diez años, y de manera particular su aplicación en Camagüey, fue debatida en la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular, con la presencia del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Según las cifras ofrecidas por Luis Sisto, vicepresidente para el Órgano de Administración del Gobierno en el territorio, el déficit habitacional asciende a 92 864 viviendas, y el esfuerzo se centrará en la ejecución, en el período señalado, de 47 624 de diferentes tipologías, de ellas el 60 % por esfuerzo propio.

El ambicioso plan requerirá el desarrollo de la producción de materiales, tanto de empresas especializadas del Ministerio de la Construcción como de entidades de  subordinación local a instancia de consejos populares, con la visión de que el problema de la vivienda transita por el interés de toda la sociedad y se concreta en la base.

Valdés Menéndez llamó a elevar la capacidad actual de producciones locales y garantizar la calidad de las viviendas para hacerlas duraderas. Sugirió finalizar en marzo del 2019 la implementación de la política previendo toda la logística que conlleva. Sostuvo que el compromiso de desarrollar la construcción de casas no es con nadie en particular, sino con el pueblo.

“La filosofía es trabajar y hacer las cosas con lo que tenemos”, confirmó Ramiro Valdés, quien evaluó, además, cuestiones referentes a la recuperación de materias primas, el recape de neumáticos y el uso de combustible, esfera en la que se originan infracciones y un nivel bajo de venta de diésel en los servicentros, que se contradice con la cantidad de vehículos de porteadores privados que circulan con impunidad, incluso, violando los impuestos.

Diferentes puntualizaciones sobre los temas abordados hicieron Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Partido en Camagüey e Isabel González Cárdenas, presidenta del Poder Popular.

Foto: Rodolfo Blanco Cué/ACNFoto: Rodolfo Blanco Cué/ACN

REVISÓ VICEPRESIDENTA CHAPMAN ABASTO Y CALIDAD DEL AGUA

GUÁIMARO, CAMAGÜEY.- La vicepresidenta de los Consejos de Estado y de Ministros, Inés María Chapman Waugh, revisó en esta ciudad el suministro y la calidad del agua que consumen más de 16 000 habitantes de esa localidad desde la presa Jobabito en Las Tunas, y examinó los resultados de la gestión de Acueductos y Alcantarillados de ese oriental municipio..  

Chapman Waugh valoró con las autoridades políticas y gubernamentales de ese territorio las quejas de la población acerca del color turbio y mal sabor del líquido vital que procesa solo con cloro la vetusta planta potabilizadora del lugar con más de 48 años de explotación, cuyos filtros y tecnología demandan una rehabilitación capital, inversión costosa que mientras se apruebe en el plan de la economía, necesita de alternativas y reparaciones posibles con los recursos de la empresa provincial y el apoyo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), orientó la Vicepresidenta cubana.

Acompañada por el general de división Samuel Rodiles Planas, presidente del Instituto de Planificación Física (IPF), y Antonio Rodríguez Rodríguez, titular del INRH, Inés María Chapman, insistió en elevar la calidad del agua a los consumidores mediante mejoras a la planta potabilizadora Enrique Hart y, además,  preservar racionalmente las reservas del citado embalse en el actual período seco para garantizar el servicio de las poblaciones de Guáimaro y Batle, en Las Tunas.

Juan Carlos Carmenates García, director municipal de la UEB Acueductos y Alcantarillados, explicó a los visitantes que la mayor dificultad radica en los altos plazos en la limpieza de fosas y en los inconvenientes de que de las 3 300 “controladas” más del 80 % presenta deficiencias de diseño y se encuentra en mal estado; no obstante, dijo que con la ayuda provincial de medios de extracción bajarán a cero las evacuaciones albañales.

Sin embargo, José Antonio Rodríguez Rodríguez explicó que las provincias de Las Tunas y Camagüey son las que más alto tiempo cuantifican en el ciclo de limpieza en el país, y que es necesario rehabilitar las fosas que no posean los requisitos constructivos y lograr que cuando se construyan las nuevas viviendas se apliquen los diseños establecidos para evitar desbordamientos de sus residuales contaminantes.

El presidente del IPF, Rodiles Planas, también chequeó la actividad de Planificación Física de Camagüey, y reiteró el enfrentamiento y solución de las ilegalidades acumuladas, al tiempo que insistía en que las que vayan surgiendo sean resueltas inmediatamente por el IPF y los gobiernos locales para evitar que pasen de un calendario a otro.

Chapman Waugh y el General de División coincidieron en que en los territorios de Camagüey se hagan microlocalizaciones de parcelas con reservas suficientes para darles respuesta a los reclamos de la población de solares para construir sus viviendas y para asegurar el desarrollo urbanístico de nuevas comunidades organizadas y saludables.