CAMAGÜEY.- La historia del deporte camagüeyano volvió a vestirse de gala en citas olímpicas. La actuación de los ocho representantes en Tokio este verano llenó a miles de orgullo y gloria en tiempos tan complejos.

Conscientes del valor y lo que representan nuestros deportistas, las autoridades del INDER no vacilaron en agasajar a los hijos convertidos en héroes, mensajeros de las conquistas de este pueblo en más de seis décadas, y sus tradiciones todas.

La Oficina del Historiador de esta hermosa ciudad patrimonial sirvió de escenario para un sencillo encuentro que no pudo evitar la COVID-19, y donde la Asamblea Municipal del Poder Popular condecoró al grupo de atletas y entrenadores con la Distinción Coraje, de manera extraordinaria.

“Para nosotros es la muestra de que el pueblo nos quiere y les representamos. Algo grande y especial. Me siento como un Agramonte más, un mambí que lleva a todos lados la dignidad y el orgullo de haber nacido en esta tierra”, refirió al Adelante, el doble titular olímpico, Julio Cesar La Cruz Peraza.

Su currículum con dos títulos bajo la bandera de los cinco aros, pretende ampliarlo en la nueva división de los 91 kilogramos.

“Empecé la escalinata en esta categoría por el reto más complejo, ahora quiero redondear mi palmarés próximamente en el Campeonato del Mundo en Belgrado”.

Camagüey tuvo a tres miembros en el Buque Insignia del deporte cubano. La escuadra incluyó a Robinson Poll, joven entrenador al frente de la delegación de boxeo a la justa estival.

“Los Juegos Olímpicos son el escenario elite, y conformar una delegación de este tipo lleva honor y compromiso, porque sabes lo que representas. Esa gran historia de este deporte que yo diría que inició en grandeza con el Kid Chocolate que puso en alto como pionero la talla de esta isla cuando fue campeón del mundo. Y todo eso lo llevamos siempre”.

Ante la mirada atenta de familiares y otros directivos gubernamentales Davisleydis Velazco también se emocionaba con sus declaraciones, “ aunque puedo decirte que no tenía presión, a pesar de no obtener el resultado esperado. Pero sumo experiencia y la meta es confirmarme en la élite”.

La sentencia de la saltadora llega a sus 21 años, consciente del largo camino que aún le queda por recorrer.

“Y para ello debo empezar por los próximos campeonatos del mundo tanto al aire libre como bajo techo. Quiero ganarlo todo en el área y mi sueño se cumplirá cuando vea mi medalla olímpica”.

Otra de las jóvenes figuras de la tropa agramontina es el púgil Dainier Peró. En su debut en Juegos Olímpicos se quedó por vez primera fuera de un podio internacional.

“Tal vez no hice mi mejor estilo de pelea en aquel combate contra el norteamericano, y me faltó empuje en los últimos segundos, pero uno va sumando experiencia. Mi medalla olímpica va a llegar porque París está ahí mismo, al doblar la esquina”.

Camagüey se alzó con el segundo puesto a nivel nacional, con dos medallas: un título a nombre de Julio César La Cruz, y una presea de plata del talentoso saltador de longitud, Juan Miguel Echeverría. A la delegación camagüeyana sólo le antecedió la tierra del gran Mijaín López, Pinar del Río.

Al cierre del encuentro, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, en Camagüey, Ariel Santana Santiesteban, volvió a ratificar el orgullo de tenerlos de nuevo en casa “porque disfrutamos de todo cuanto hicieron al poner el nombre de esta isla tan en alto, en medio de campañas de desprestigio, ustedes defienden la altura de la Revolución cubana”.