CAMAGÜEY.- Camagüey fortaleció su presencia en el ámbito académico y artístico internacional a través de la participación de dos investigadores en prestigiosos eventos celebrados en México, donde llevaron una mirada crítica y situada sobre la memoria, la danza, la música y las resistencias culturales en el Caribe.
Entre el 9 y el 19 de octubre, Yoelxy Pilliner López, presidente del Comité Ruta de las Personas Esclavizadas en Camagüey, y la coreógrafa y pedagoga Yaima Santana Galindo, directora de la Escuela Nacional de Danza en La Habana, representaron a Cuba, país invitado de honor en el V Festival Audiovisual Afrodescendiente en Puebla. Allí ofrecieron talleres de danzas afrocubanas, desarrollaron acciones educativas contra el racismo en escuelas y universidades, y encabezaron la presentación de obras clave del cine documental cubano de Sara Gómez y Gloria Rolando.
Su participación fue especialmente significativa porque situó en diálogo la experiencia cubana con otras memorias afrodescendientes del continente. Los paneles y debates en los que intervinieron enfatizaron que las danzas y prácticas músico-rituales no son solo arte, sino archivos vivos de la historia y estrategias de resistencia cultural. Este enfoque aportó a los espacios mexicanos una lectura desde el Caribe, desde los cuerpos y desde la comunidad.
La estancia incluyó intercambios universitarios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), donde compartieron con estudiantes de Etnocoreología, una especialidad joven que integra antropología, música y danza. Asimismo, participaron en el XIII Simposio Internacional Multidisciplinario de Estudios sobre la Memoria, donde presentaron investigaciones centradas en cómo la memoria se encarna en los gestos, las devociones y los ritmos de las culturas afroatlánticas.

Por su parte, la musicóloga Heidy Cepero Recoder llevó la experiencia formativa cubana a la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el IV Congreso de Etnomusicología y el II Foro Transdisciplinario de Música, Educación e Intervención Social, celebrados bajo el lema “Músicas y praxis social: aprendizaje, investigación y resistencia”.
En su ponencia “La música haitiana en la enseñanza de la música en la Universidad de las Artes de Cuba”, Cepero defendió la importancia de reconocer la raíz afrocaribeña compartida en los procesos pedagógicos, como vía para construir identidades musicales más inclusivas y conscientes de su historia. Su intervención destacó el valor de las universidades cubanas como espacios donde persiste el vínculo entre creación artística y memoria cultural.

La presencia camagüeyana en estos eventos fue propositiva. Permitió colocar en el debate internacional una mirada desde Cuba que defiende la cultura como territorio vivo de memoria, diálogo y resistencia frente a uniformizaciones globales. Camagüey, nuevamente, llevó su voz y sus cuerpos—sus ritmos, sus saberes, su historia—al mundo.
