CAMAGÜEY.- En su primera exposición personal, titulada Hecho en casa, el joven artista Dairel Arcos transforma la intimidad del hogar en arte. Disponible en la Galería Larios, en esta ciudad, la muestra reúne retratos y composiciones creados con lápiz sobre cartulina, una técnica que resalta su destreza y sensibilidad.
El curador Juan Carlos Mejías ha elogiado los claroscuros y la meticulosidad de sus trazos, para destacar la capacidad del artista al lograr un realismo envolvente desde los caminos de la historieta y del retrato.
Dairel nos comparte sus reflexiones sobre el título de la exposición, su técnica de trabajo y las decisiones narrativas que dieron forma a esta propuesta.
—Hecho en casa evoca una sensación de intimidad y cotidianidad. ¿Qué significado personal tiene para ti este título y cómo se refleja en tus retratos?
—El título transita por conceptos sencillos, alejados de lo metafórico o rebuscado. Creo que a veces los artistas intentamos justificar nuestras obras con lenguajes complejos, pero Hecho en casa conecta desde lo esencial. Para mí, la casa es un templo, un oasis creativo. Ahí nacen las ideas y ahí mismo se plasman.
“Mis motivos están profundamente ligados a lo personal. Mi papá, quien era profesor de Educación Laboral y Dibujo Básico, fue mi primera referencia. Lo observaba hacer dibujos técnicos y, aunque no eran artísticos en el sentido clásico, su precisión me fascinaba. Luego está mi hija mayor, de 6 años, que también es una fuente de inspiración constante. Incluso los grandes artistas a los que he retratado se convierten en rostros familiares, porque paso tanto tiempo estudiándolos que terminan por habitar mi universo cotidiano.
“Además, este título es un homenaje al lugar que me formó. Todo lo que necesitaba aprender lo encontré aquí en Camagüey. Mis herramientas creativas y conocimientos surgieron en esta tierra. Tuve la fortuna de tener como mentor al artista Osvaldo Díaz, quien influyó mucho en mí y en mi generación. En algún momento intenté emular su estilo, y él siempre me motivó, destacando mi enfoque único del claroscuro. En definitiva, mi obra es un producto camagüeyano, literalmente “hecho en casa”.”
—El uso de lápiz sobre cartulina da una sensación de simplicidad técnica, pero también permite una gran expresividad. ¿Por qué elegiste esta técnica y cómo influye en la forma en que representas a las personas y al animal?
—Hace tiempo dejé de pintar, pero el dibujo siempre ha sido una constante. Para mí, dibujar es tan esencial como respirar. Cada día practico, y cuando me siento frente a la cartulina con el lápiz en mano, hago catarsis. Es un proceso que cura heridas.
“Quizás mi idea del dibujo tuvo un giro en cuanto a la manera de valorarlo artísticamente cuando un colega me habló de unos catálogos que se editaban en el extranjero dedicados por entero a dibujos y dibujantes, llamados Vitamin D, en español sería como la Vitamina del Dibujo y fue increíble apreciar la magnitud en cuanto a estéticas y maneras distintas de hacer, hasta los precios de las obras, abrumador, se cotizan a la altura de cualquier obra pictórica.
“El dibujo, a veces considerado un arte menor, es en realidad la base de todo. Incluí en el catálogo de la exposición frases de grandes artistas que valoran esta técnica, como René Magritte, quien decía que aprender a dibujar es tan esencial como la gramática para un escritor. Esa legitimidad me inspira a tomar cada dibujo con seriedad y a buscar siempre mejorar.
“Trabajo obsesivamente los retratos, intentando acortar la distancia entre el modelo y yo. Siempre empiezo por los ojos, porque ahí se encuentra la esencia. Si logro captar su expresión, sé que el resto del trabajo fluirá. Te puedo afirmar de antemano que me voy a sentir satisfecho con el resultado, pudiera parecer algo obsesivo, que me exijo demasiado a mí mismo pero esa es mi realidad y la asumí hace mucho tiempo, me considero, por encima de todo, un dibujante.”
—Incluyes un animal entre los retratos de personas, lo cual es curioso y rompe cierta homogeneidad. ¿Qué papel juega este elemento en la narrativa de la exposición y qué buscabas transmitir al integrarlo?
—El perro, mi animal favorito, ocupa un lugar especial en la exposición. Decidí incluirlo porque aporta sensibilidad a la muestra. Considero este dibujo un retrato en toda regla. A lo largo de la historia del arte, los animales han sido representados junto a los humanos porque compartimos una misma naturaleza y en ocasiones nuestro comportamiento no dista mucho del suyo. En este caso, el retrato del perro invita a reflexionar sobre nuestra conexión con lo que nos rodea.
“También en la exhibición está la imagen de una rosa marchita que establece un contraste simbólico: la vida y la muerte, el inicio y el fin. Existe una analogía entre ambas piezas, alfa y omega, polos opuestos de lo terrenal, uno aguarda y espera a que lo vean tal y como es y de igual forma, ver a los demás tal y como son, la otra se cansó de esperar, al final lo predecible de la vida es que es impredecible.”
Hecho en casa es un viaje introspectivo que nos acerca al universo de Dairel Arcos. Desde la tranquilidad de su hogar, el artista crea obras que conectan lo íntimo con lo universal, una celebración de los pequeños detalles que componen nuestra existencia.