CAMAGÜEY.- En el corazón de la música, el piano y el violín dialogan como antiguos amigos, entrelazando notas que evocan emociones universales. Son dos instrumentos esenciales, capaces de transmitir lo sublime y lo profundo, y que ahora convergen en el Dúo Confluencias. Pavel del Río y Dianet Yañes, unen sus talentos como pareja en la vida y cómplices en el arte.
En una reciente presentación durante la XVIII Feria de Jóvenes Creadores Golpe a Golpe, demostraron la magia que logran juntos. Pavel, aunque inicialmente especializado en el saxofón, canta ocasionalmente, lo que añade una dimensión inesperada a las interpretaciones. Además, compartieron sus planes de reintroducir el saxofón en el dúo, para explorar nuevas sonoridades y llevar su propuesta musical a otros horizontes.
El día de la entrevista, el café literario La Comarca sirvió como escenario para una charla íntima en la que descubrimos sus comienzos, desafíos y sueños. Fue una oportunidad para conocer cómo sus caminos individuales convergieron en una propuesta artística única y profundamente emotiva.
_ Dianet, los músicos en Camagüey no tienen el espacio ideal, con la acústica que lleva. Siempre están tocando en lugares de ruido. ¿Cómo es posible que el oído de ustedes tan delicado no se distraiga?
_ Ya es parte del oficio que uno se va adaptando a mantener esa concentración desde que es niño y siempre te dicen “tienes que concentrarte, aunque se esté cayendo el mundo, tienes que seguir enfocado en lo que estás haciendo porque si no te distraes si abren la puerta, si uno conversa”. Y es difícil, pero llega un momento que uno lo asume naturalmente, con ese entrenamiento desde que empiezas en tercer grado, en esta carrera que es larguísima, que ya nada te molesta y sigues disfrutando lo que estás haciendo.
_ Se habla de todos los músicos con un talento especial, pero en el caso del violinista se insiste en la capacidad que debe tener, de esa hipersensibilidad. En casa, ¿cuándo se dieron cuenta que podías tomar el camino de la música y sobre todo pensando en un instrumento tan delicado?
_ Mis inicios fueron desde pequeñita. Pedí para un seis de enero, para los Reyes Magos, que lo que yo quería que me regalaran era un violín porque siempre me gustó, y yo crecí lejísimo de la ciudad, en las afueras, más allá del Hospital Psiquiátrico, en un monte, donde no se oía ese tipo de música ni en mi familia había ese tipo de cultura, pero para que veas lo que son las cosas, siempre me llamó la atención. Me regalaron el instrumento y eso era una satisfacción para mí. Siempre tuve inclinación hacia la música, cantaba desde chiquitica. Mi papá, como siempre ponía música, me llevaba y yo cantaba en los lugares, y me inclinaron hacia esta rama. Al principio tuve mil tropiezos, como pasamos todos los artistas, hice las pruebas y me deprimí porque no aprobé por cosas de la vida. Mis padres siempre me apoyaron y eso yo se lo tengo que agradecer porque eso era lo que yo quería y lo que yo soñaba ser. Perseverando, hoy por hoy me logré graduar satisfactoriamente y hacer mis sueños realidad.
_ En tu caso, Pavel, que te vemos de multiinstrumentista, pero sobre todo cuando te vemos, viendo tu familia, pensando sobre todo en tu papá, la asociamos no a esa parte de estar arriba del escenario, sino de esa otra parte de las personas que aseguran el escenario para un artista.
_ Siempre digo que mi papá hubiera sido tremendo musicazo porque además tiene mucha sensibilidad para eso y tiene todas las condiciones. En mi caso llego a la música por mi papá, que desde que nací lo vi tocando guitarra, se sabía todas las canciones de Silvio, y de ahí empecé a escucharlo, él vio que yo tenía un poco de afinación y me empezaba a acompañar. Poco a poco llegué cantando en las escuelas, a la Escuela Vocacional de Arte Luis Casas Romero, donde comencé a estudiar. Realmente soy saxofonista en los tres niveles, lo que después la vida me llevó a otros instrumentos y me quedé con el piano, prácticamente, aunque para el próximo año queremos hacer algunas incursiones con el saxofón, queremos cambiar un poquito la sonoridad del dúo, hacer algunas cositas diferentes.
_ Antes de llegar al dúo porque es ahora como más se les ve a ustedes, es interesante cómo llegaron. Por ejemplo, desde la escuela escucho que hay una asignatura que se llama Práctica de conjunto, y los entrena. Pavel, cuéntanos de Musicora porque no es lo mismo tocar, que hacer otras cosas como las que hiciste allí.
_ La práctica de conjunto es muy importante. Yo conocía a Humberto García Brañas, director fundador de Musicora, era mi maestro en nivel medio de una asignatura muy importante que se llamaba Armonía de música popular. Eso me ayudó a mí. Además, Humberto era un excelente maestro. Cuando me gradué, me dio la oportunidad de que ingresara al grupo en el año 2010 por ahí, así estuve 5 o 6 años con él, hasta que yo tomé la dirección hasta el año 2020 más o menos. Allí hice de todo: comencé tocando guitarra, después hacía falta que tocara percusión, componía, cantaba, cuando tenía que tocar piano lo tocaba. Fue la escuela después de la escuela, fue la escuela de la calle, el aprendizaje de la vida como tal y fue lo que me preparó para el momento en que decidí hacer un dúo con mi esposa, y emprender un nuevo camino.
_ Dianet, me gustaría que nos contaras lo que has hecho pensando en otro dúo, el A Piacere.
_ Sí, cómo no, porque cuando me gradué de nivel medio, Lourdes Cepero fue la pianista que me acompañó, entonces, a raíz de allí, cuando fui a hacer las pruebas para la Universidad de las Artes ISA, también fue mi pianista. En el ISA tenemos un proyecto que se llama Excorde, de hecho, lo continúa otra persona, otro estudiante hoy, y ahí nos insertábamos con Eduardo Campos y con Lourdes y teníamos ese trío que también fue una escuela para mí, además de la Orquesta de Cámara y de la Sinfónica de Camagüey, que son otros trabajos que te van nutriendo, que te van formando.
_ Ahora sí, vamos a hablar de Confluencias. ¿En qué momento decidieron emprender el proyecto como dúo, apartarse de los demás y concentrarse en ustedes dos?
_ Fue en un momento muy difícil. Nosotros llevamos ocho años de relación de pareja y llevamos cuatro con el dúo. Como estábamos ocupados en varios trabajos no habíamos tenido tiempo de dedicar espacio a hacer algo como un proyecto juntos y no nos quedó otro remedio cuando empezó la pandemia de COVID-19, en que uno se frustró mucho en ese entonces, que había que estar encerrado en casa y estuvimos más de un año apartados de los trabajos, y dijimos, qué mejor que aprovechar que estamos en casa y hacer lo que nos gusta, entonces empezamos a tocar juntos y a subir videos para las redes y mantener vivo el espíritu de la música, porque no estaba fácil sin poder ir a la Sinfónica ni a la Orquesta de Cámara, Pavel tampoco podía ir a lo suyo porque todo estaba suspendido. Entonces emprendimos un proyecto juntos porque esa era la oportunidad.
_ Antes de que Pavel nos cuente, yo recuerdo que en el periódico Adelante publicamos un texto del maestro Reinaldo Echemendía, en el que él señalaba que aún no hubieran recibido la categoría de la profesionalización, que es algo muy polémico, deseado, necesario en el caso de los músicos profesionales porque se han formado para vivir del arte. Fue un momento incómodo porque son dos profesionales salidos de la academia, y uno piensa que el que sale de la escuela tiene la vida más fácil.
_ No es secreto para nadie todo el papeleo que hay que hacer, la burocracia con que se vive en este país, pero también era un momento difícil porque como estábamos en medio de aquella pandemia, todas las entidades estaban cerradas, no se estaban haciendo audiciones, estaba parado el tema de los papeles allá en La Habana; y Reinaldo Echemendía nos apoyó muchísimo. El dúo surgió en el escenario por él, como aquel que dice, y por Armando Pérez Padrón que fue el primero que nos dijo “ustedes van a tocar con nosotros en la Uneac (Unión de Escritores y Artistas de Cuba)”. Allí nos vio Echemendía y nos abrió las puertas cada vez que tenía una gala; Fernando Medrano también. Nos ayudarnos a avanzar en ese aspecto.
_ Y bueno, en el año 2022 fue que logramos entrar al catálogo de la empresa, del Centro Provincial de la Música, y estamos muy contentos. Tenemos que agradecer a muchísimas personas que nos dieron un espacio para que nos presentáramos y nos diéramos a conocer, porque, aunque nos conocían de otros proyectos, pero con el dúo no.
_ Hay algo por lo que se va haciendo popular el dúo y es la interpretación de bandas sonoras, de esa conexión de la música y el cine. Pavel hizo la banda sonora para el documental Calalú (2016) de Alberto Santos. ¿Cuál es la semilla de esa fascinación por la música y el cine a la vez?
_ A Pavel siempre le ha gustado muchísimo el cine.
_ Yo soy un cineasta frustrado. Cuando me gradué de nivel medio quería hacer las pruebas para la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, pero me acobardé. Al final, seguí el camino de músico en el ISA. Siempre he tenido ese bichito y queríamos incursionar en eso, tampoco en Camagüey se hacía ese trabajo, entonces quisimos hacerlo aparte del repertorio que tenemos. Pero ya nos hemos encaminado tanto que muchas veces cuando vamos a trabajar por ahí nos piden las bandas sonoras, entonces terminamos haciéndolas. Llegamos a la peña en el Parque Coppelia en el verano del 2024, fue una iniciativa del Centro Provincial de la Música, y así comenzamos. Se pensó solamente para el verano, para julio y agosto, pero como tuvo buena aceptación la peña, ya quedó como tal los primeros y terceros sábados de cada mes. El horario esperamos que se estabilice, porque a veces es un poco más tarde o un poco más temprano por diferentes factores. Allí la entrada es libre, no hay que pagar nada y siempre hay corriente.
_ No podemos terminar este diálogo sin compartir de los planes para crecer como dúo, creciendo a la vez con la bebé.
_ Es complejo, pero tenemos la familia que nos apoya muchísimo, si no, no pudiéramos estar ahora aquí. Si hay una presentación, ya sea la mamá de Dianet o la mía, incluso ya discuten por cuidarla. El apoyo de la familia es esencial para este tipo de trabajo, y más que en nuestro caso nos tenemos que ausentar los dos. Por otra parte, de cosas que tenemos es concretar una idea con Luciano Castillo de presentarnos en la Cinemateca de Cuba. Estamos muy entusiasmados y esperamos que se concrete.
Esperemos que sí. Muchas gracias y éxitos miles.