CAMAGÜEY.- La galería Gestus, de la Asociación Hermanos Saíz en esta ciudad, exhibe fotografías de Alejandro Rodríguez hechas al intelectual franco español Ignacio Ramonet, quien además es Hijo Adoptivo de Camagüey.
La inauguración de la expo formó parte de la apertura de la 14 Feria de Jóvenes Creadores Golpe a golpe, último evento del año que siempre coordina la filial de la organización.
Adelante Digital comparte las palabras al catálogo de la curadora Lianny Montalván Salazar, para la tercera muestra personal que en 2020 hace el joven fotorreportero nacido en La Habana y radicado hace dos años en esta urbe mediterránea.
Foto: Alejandro Rodríguez Leiva
Ramonet, hijo adoptivo de Camagüey Un hombre trae dentro de sí cien laberintos, por los cuales se expresa y discurre su esencia, su ser. Un hombre es la unidad siempre sorprendente de elementos grandiosos y sencillos, quizás contradictorios. Captar esos gestos donde se evidencian los rasgos más genuinos de la personalidad es el mérito más interesante de esta muestra, conformada por 11 fotografías que nos revelan a Ignacio Ramonet, hombre significativo dentro del ámbito contemporáneo internacional por su aguda obra como escritor, periodista, geopolítico y sociólogo, distante de los escenarios cosmopolitas en su interacción con el contexto sociocultural de nuestro Camagüey. El joven fotorreportero del periódico Adelante y de la Asociación Hermanos Saíz, Alejo Rodríguez, acompañó con su lente la presencia de Ramonet en Camagüey durante las Ferias Internacionales del Libro de 2019 y 2020. La personalidad profunda del autor de Cien horas con Fidel, se desborda en una elocuente gestualidad de diversos matices, motivando un cúmulo de imágenes donde la merecida fama del intelectual cedía preponderancia ante su esencia humana. Alejo, acostumbrado a la versión mediática de Ramonet, al periodista serio que dialoga con líderes mundiales y que ha obtenido múltiples reconocimientos por su prolífica obra; descubrió a través de su cámara la calidez sencilla, la natural pasión y la espontánea alegría de este hombre ante un pueblo que desde el respeto y la humildad lo acoge con un sincero afecto. Una revelación para el fotógrafo fue escuchar a Ramonet hablar sobre cine con la solidez entusiasta de un ávido conocedor, descifrar al crítico cinematográfico fue para Alejo una grata sorpresa. En esta breve selección predominan los retratos, donde se afianzan la coherencia, elegancia y mesura del intelectual, a la vez que se devela su interés por comprender lo que le rodea y su vocación infatigable de comunicador. Esta muestra trasciende el valor documental y se acerca de un modo sugerente a la psicología de este gran hombre. |