CAMAGÜEY.- La vida de Lilivet Peña Echemendía tiene el sentido poético de quien da color a la rapsodia. Es médico y pintora autodidacta. La capacidad para llevar de la mano ambas carreras ha acentuado la originalidad de su obra forjada evidentemente con el arte de estudiar.

La muestra contiene piezas de la serie Confesiones, familiar desde su debut en el espacio galerístico Nicolás Guillén en octubre del 2011, y también de Rapsodias, la producción reciente aplaudida en Italia, India, Estados Unidos, México y España y que ahora exhibe por primera vez en Cuba.

El aprovechamiento del ecosistema digital constituye una clave de su visibilidad en revistas internacionales, como jurado y miembro de la Organización para la Democratización de las Artes Visuales, y por la selección de imágenes suyas para el Lunario Dual Onda Luna, que desde Ciudad México vindica la mujer. Sin embargo, Lilivet no ha podido ingresar al Registro del Creador cubano.

En sus trece años de trayectoria profesional se ha desempeñado como especialista en Medicina General Integral en los municipios de Vertientes, Minas y Jatibonico. Logró cursar el primer año para especializarse en Nefrología, pero por enfermedad tuvo que renunciar, aunque no pierde la esperanza de reorientarse a Inmunología.

A esos datos sumamos las revelaciones de los cuadros, pues las texturas y los motivos de inocencia delatan la admiración por dos cubanos de alto vuelo, el pinareño Pedro Pablo Oliva y la camagüeyana Alejandrina Silvera, quien le contó su secreto para lograr el gesso acrílico. Por ahí comenzó la segunda serie, otro desahogo tras recibir el diagnóstico de neoplasia de cuello uterino.

Por tanto, Rapsodias deviene una metáfora de la existencia. Nace de los éxitos y de los desgarramientos de una persona que nos hace valorar mucho más cada minuto de la vida. Marca el principio del camino hacia los 15 años de nuestro espacio galerístico, fundado como alternativa de promoción y como testigo del crecimiento artístico en Camagüey desde el corazón del Periódico Adelante. Hoy brindamos con gratitud por los colores y los trazos de Lilivet.