Luego de varios meses sin salir de casa, este sábado fue común encontrar niños en la calle, casi todos contentos, pero no faltaron las lágrimas de algunos por el pinchazo, un pinchazo del que, por su inocencia, no logran comprender cuán importante puede ser, aunque hay quienes te dan una explicación sobre las vacunas que parecen grandes, con apenas 4 o 5 años, y hasta te dicen que quieren ser científicos para crear vacunas.