Era el bayamés Francisco Vicente Aguilera uno de los hombres más ricos de la Cuba colonial. Pero en contra de lo que podía esperarse, por su privilegiada condición social, junto a su amigo de la infancia Carlos Manuel de Céspedes, y como él propietario de grandes fortunas, conformaron junto a otros una generación de opulenta cuna que lo sacrificaron todo por ver a Cuba independiente.