El combatiente Julio Camacho Aguilera, del Movimiento Revolucionario 26 de julio, estaba en diciembre de 1957 con el cuerpo quebrado, no se podía valer después de un mes de torturas en la 5ta Estación de la policía, y cuando prefiguraba el final al tener a un esbirro apuntándole con una pistola, la orden del sanguinario Esteban Ventura le salvó de ser ejecutado al informar que el coronel Fernández Rey, Jefe de Regimiento de Santa Clara, lo reclamaba por su participación en los hechos del cinco de septiembre en Cienfuegos .