Cada año 350 000 mujeres fallecen a causa del cáncer de cuello uterino, y al menos 660 000 son diagnosticadas. Duelen estas muertes y su impacto en las comunidades. Duelen los niños huérfanos. Y duele, sobre todo, el saber que, a diferencia de otros cánceres, casi todos estos casos pueden evitarse.