Hoy nos convoca la luz. Con esas palabras se abrió el panel de homenaje a Nazario Salazar, una de las figuras más queridas de la cultura camagüeyana. La frase, más que un inicio protocolar, fue una declaración de sentido: la luz como símbolo de su legado, de su enseñanza, de la belleza que ha sembrado durante más de ocho décadas.