Poco se ha escrito del legado de Filomena Loynaz Caballero, madre de Ignacio Agramonte. Un acercamiento a los lazos madre e hijo es difícil de realizar por la insuficiencia de datos en la literatura sobre El Mayor, son pocas las cartas localizadas hasta el presente dirigidas a su madre, aunque la ternura, la complicidad de una relación cercana, la tranquilidad que le ofrece como todo hijo haría junto a las opiniones personales sobre la contienda y el futuro de la patria denotan un cariño recíproco.