Supe que Yoanis tiene 41 años de edad y se graduó en 1996, en la Universidad de Ciencias Médicas, conocida entonces como Instituto Superior de Ciencias Médicas (ISCM) Carlos J. Finlay, de esta ciudad.

--¿Por qué diste tu disposición ante una misión tan arriesgada?

--En primer lugar por los principios de humanismo en que fui formado y me caracterizan; y en segundo, porque lo creí justo. Ayudar a los países de África es un actuar histórico en nosotros los cubanos; aunque esto tiene la particularidad de que no había relaciones diplomáticas entre estos dos países y mira de la forma que han comenzado. Es importante que hasta ahora han sido afectados por esta letal enfermedad solo tres países del África, pero es evidente la probabilidad de expandirse a otros continentes, con la inclusión del nuestro; entonces me di a la tarea de poner mi granito de arena para tratar de frenar esta epidemia.

--Háblame de tu familia

---Mi familia ha sido muy unida. Nos hemos apoyado en todos los momentos, en los buenos y en los malos. Acordamos las cuestiones importantes de la vida entre todos y enfrentamos los problemas. Mis padres, Antonio y María Cristina, han sido el espejo; no solo para mí y mi hermana sino para el resto de la familia. Ellos reflejan una transparencia total, han sido capaces de inculcarnos valores como el respeto mutuo, el cariño a los demás y la abnegación ante el trabajo.

“Mi hermana Yoenia y su esposo Luis Quesada han creado una familia digna de orgullo para todos nosotros. Mis sobrinos Pipi y Leisita son también mi vida. De mi parte tengo mi primer hijo varón, Yoancis, con 24 años y estudiante de 6to. año de Medicina; Dairon, de 18 años, que estudia en la escuela del Ministerio del Interior ; Maura una princesa de 16 años en la Pedagógica y Melanis,otra princesita de 7 añitos. Mi esposa, Mirelle De Zayas, una mujer formidable que no pierde la paciencia”.

—¿Cuál fue la reacción de ellos ante tu decisión?

--A mí me sorprendió, aunque mi disposición estaba dada desde mucho antes; mi familia me apoyó como siempre y sin olvidar el riesgo a que me exponía me dieron la confianza y el apoyo que necesitaba en ese momento; no faltó la reunión familiar y los consejos. Hasta de la tercera generación recibí recomendaciones. Todas las acepté con gusto.

--¿Tienes experiencia de otra misión internacionalista?

--Sí, en Tímor Leste en la etapa del 2010-2012, por 26 meses. Por eso mi familia ya tiene alguna práctica en estos menesteres de esperar.

--¿Ya están laborando con los pacientes o siguen en fase preparatoria?

--No estamos trabajando aún en la Unidad de Tratamiento para el Ébola (ETU); falta algo de logística. Tenemos un equipo de especialistas en epidemiología que juntamente con la coordinación de la brigada son muy exigentes en todos los detalles, por supuesto, para no comenzar con más riesgo del que ya tenemos; cuando estén preparadas todas las condiciones entonces se coordina con nuestro nivel central en Cuba y nos darán luz verde para comenzar a trabajar. Nos sentimos protegidos desde Cuba también.

--¿Cómo es tu vida en ese sitio tan lejano y desconocido?

--Lo primero es que Cuba se extraña, se extrañan los muchachos, la familia en general. Están presentes en mí hasta los problemas que dejé en mi (casa) Cuba; pero los alejo y me concentro. Aquí es vital ser lo más disciplinado posible, esa es la base del triunfo para culminar esta misión exitosamente.

--¿Cómo han sido recibidos?

-- Formidablemente; muestran mucho respeto hacia la brigada; nosotros los cubanos tenemos un estatus bien ganado a nivel internacional que ellos reconocen y, con mis modestos razonamientos, ellos albergan las esperanzas de que nosotros frenemos esta epidemia.

--¿Qué es lo más impresionante para ti?

--La pobreza extrema y para vencer este virus se depende de muchas cosas, pero si no lo erradicamos totalmente por lo menos lo vamos a frenar; ahora de lo que puedes estar segura es que vamos a dejar una huella imborrable en este país. Tengo confianza en mis colegas, en la preparación profesional y para casos como estos, en la organización y la disciplina que demuestran. Así pondremos bien en alto el nombre de Cuba una vez más.

--Se comprometieron a volver, ¿estás seguro de eso?

--Sí. Siempre que se cumpla con lo establecido; no se violen los protocolos, ni las medidas estándares de bioseguridad, mantengamos la disciplina, la organización y se trabaje con responsabilidad, con completa percepción del peligro a que nos exponemos estamos y como lo prometido es deuda, vamos a regresar y con el orgullo de la misión cumplida.

--¿Trabajan con colaboradores de otros países o solo la brigada es de cubanos?

--Estamos dispuestos a trabajar codo a codo con cualquier profesional del mundo sin excepción alguna. Me hago eco de las palabras de Fidel Castro en este sentido. De hecho hemos recibido preparación de profesionales de la Organización Mundial de la Salud, de Estados Unidos, de Canadá, Suecia y de diferentes países de la Unión Africana. Todo transcurre en un ambiente de cordialidad y de respeto mutuo; no se ha mencionado ni por primera vez un tema político, ni se ha visto una diferencia religiosa. Sobresale como objetivo de esta misión combatir y frenar la propagación de la epidemia desde el punto de vista profesional, mediante los conocimientos de todos en función de la prestación de los servicios médicos.

--¿Cómo valoras la respuesta de otras naciones ante la convocatoria de la OMS, lo mismo con personal especializado que con equipos o financiamiento?

--Esa valoración la dio en una ocasión Margaret Chan y quedó explícito de que hubo un fallo en los compromisos de algunos países, en cuanto a apoyo logístico y financiero. Lo que sí es un hecho es que el primer material humano que llegó a los sitios afectados por el virus Ébola fue Cuba. Nuestra Patria cumplió con su compromiso de mandar lo fundamental y esto sirve para reforzar aún más nuestro prestigio internacional. De hecho somos noticia en el mundo y se valora como excepcional este paso dado.

“Ahora me tomo la libertad de hacerte una sola pregunta. ¿Hay o no motivos suficientes para estar orgullosos de ser cubanos?

La respuesta a mi entrevistado es obvia.

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