Camagüey.- Ni un ápice de exageración tuvo la frase de Osmín Gutiérrez Maceira, director de la Empresa Agropecuaria Noel Fernández, de Minas. Las Pampas tocó fondo, primero con el período especial y en medio de esa etapa como para martillar más la desgracia del centro ovino, creado por petición de Fidel Castro, el ciclón Paloma pasó por allí en el 2008 chapeando lo encontrado a su paso.
Son cosas que no se pueden perder...La imagen de destrucción quedó grabada en la mente de Gricelda Ballagas Socarrás, navera de la unidad, de su esposo, encargado de pastorear los animales y de Romelio Cisneros Socarrás, quien nos remitió a la inesperada visita de Fidel, ocurrida el 25 de diciembre de 1986.
Estaba él, como jefe de vaquería, el vaquero y el trabajador agrícola. Amanecía cuando, según sus palabras, después del ordeño, “vino en el vehículo aquel”. Fidel traía la idea de que esto dejara de funcionar como vaquería y dedicar estas tierras para criar carneros.
“Cuando se iba me dijo: préstame un pico, hizo un hueco en el suelo y exclamó: ¡mira que clase de materia prima! Al salir, del otro lado de la carretera, escarbó y repitió la misma operación...”
La idea del Líder Histórico de la Revolución fue la de mejorar esas tierras serpentinosas y transformarlas en suelos fértiles con la participación de brigadas especializadas que emprendieron ese infatigable programa, extendido a otras zonas de Minas.
Romelio explicó que los carneros tienen sus características; hay que saberlo criar para que no se “mueran en estibas en la parición”. El septuagenario refleja en su rostro alegría cuando habla de Fidel y de la otra ocasión en que estuvo en Las Pampas.
“Cómo no, es una gente muy tratable, inteligente, me quedé asombrado cuando entró el carro y dije: ¡Ave María purísima! Los carneros por muy buen manejo que se les dé, si no tienen comida, no crecen o se mueren”.
Vuelve a Fidel: “En el siglo pasado y en este no nacerá un hombre como él, cariñoso, inteligente, es una lastima no poderlo ver otra vez personalmente”.
La conversación con Romelio, Silvia Membribe Cabello, directora de la UEB y Eliades Rueda Basulto, jefe pecuario, transcurre en el portal de la casa de Gricelda, ubicada en el kilómetro 25 de la carretera Camagüey-Nuevitas, desde donde se divisa el lomerío de la Sierra de Cubitas.
En el 2014, cuando hubo ciertas condiciones, se partió de cero a cercar toda el área con 11 pelos de alambre y recuperar las instalaciones, aseguró Eliades, quien sostuvo más adelante: “Puedo garantizar que no tenemos infestación de marabú. Gracias al empeño de Gricelda se preservaron los recursos de Las Pampas.
Romelio es un hombre que le sabe mucho a la crianza de carnerosLa producción fue en picada, de unas 1 200 cabezas en la etapa floreciente de desarrollo bajó a 112. La intención del colectivo y de los directivos de la empresa es que vuelva a ser otra vez Las Pampas que fue, actualmente con una masa de 80 ovinos y, entre ellos, ejemplares raciales para garantizar la reproducción.
Silvia reconoce que si no hubiese sido por el empeño que se puso este plan no existiera, “lo más difícil se hizo, las naves, todo nuevo y con calidad” y añadió: “Es la trascendencia del hecho en sí, la significación de que haya sido el Comandante que lo ideó. Son cosas que no se pueden perder para que sea Las Pampas de antes o mejor”.
Se cumple al pie de la letra con la casa de sombra, con la existencia de tranque, bebederos y con el acuartonamiento; el siempre útil molino de viento para el abasto de agua, año por año se fertiliza los pastos (el mayor porcentaje es de pangola) y se produce heno, una práctica necesaria para la alimentación de la masa ganadera en época de sequía.
Las otras Pampas, debe seguir el ejemplo de Pampa 1, aun cuando las informaciones que conocimos dicen que las tierras no corrieron la misma suerte, se incorporaron a otras actividades por el Decreto Ley 259.
Minas como municipio tiene el privilegio de que Fidel, con el Consejo de Ministros, se asentó en esa zona para cortar caña en Indio Hatuey, y estuvo en La Gabriela, un asentamiento rural a 65 kilómetros de la ciudad de Camagüey, donde sus habitantes, hombres y mujeres de tierra adentro –quizás en otro momento lo relatemos– atesoran gratos recuerdos, como Emilio Navas Umpierre (Mimo) y Juan Benito Morejón Ruiz.
Gricelda es en extremo cuidadosa con la alimentación de la masa ovina porque como nos dijo: “Vivo enamorada de mi trabajo”.
Por este paraje, al que llegó la electricidad, gracias a la Revolución, estuvo Fidel, incluso, moradores del lugar afirman que jugó pelota en un terreno no muy lejano.
El manejo de la masa es esencial en lograr el resultado final
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