Wilfredo Figueredo Arrechea, director de dicha instalación explicó a Adelante Digital que disminuyó momentáneamente la cantidad de habitaciones porque los antiguos módulos con dos espacios de hospedaje se dejaron en uno para mejorar la amplitud y el confort. La reparación dotó además a cada pieza de una ducha exterior para que los bañistas puedan quitarse la arena y el agua salada del mar.

Villa del SolFigueredo Arrechea informó que este año se amplió el servicio de la base con la apertura de Villa del Sol, cinco apartamentos ubicados en playa Tararaco y que cuentan con una capacidad de 56 personas. Para inicios del 2016 se prevé además crecer en 27 nuevas cabañas; y actualmente la delegación territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), se encuentra enfrascada en el diseño de las pasarelas que se ubicarán sobre la duna y las áreas deportivas.

“El fondo habitacional está diseñado para llevar equipos de clima, los que aún no han llegado a la instalación, situación que nos obligó a poner dos ventiladores como paliativo. Está pensado también con mini fríos y televisores, los que han tenido algunas roturas por la sobre explotación de los mismos” apuntó el directivo.

El gigantesco ranchón que incluirá cafetería, sala de juegos y pista de baile con cabina de audio se encuentra aún en construcción desde el pasado mes de marzo por presentar problemas con el financiamiento.

A pesar de los contratiempos que trae consigo recibir campistas en medio del movimiento constructivo la satisfacción de los clientes es positiva, así nos lo hizo saber Oleisy Ramiro Torres, quien viajó con su familia desde Minas hasta Punta de Ganado:

“Esto es lo mejor que le pudo haber pasado a este lugar, todo ha quedado muy bueno aunque le faltan cosas aún. Lo que no me gusta es que el ranchón lo están construyendo muy lejos de las cabañas y para esta área no hay ni música. Somos plantilla fija, venimos todos los años, así que esperamos que el próximo esté todavía mejor”.

Las 114 capacidades que ofrece la instalación cada cuatro días, frecuencia de casi todas las rotaciones, ya están vendidas hasta el mes de noviembre, lo que asevera las ansias de mar que tienen los camagüeyanos, independientemente de la estación del año.

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