CAMAGÜEY.- Aunque el cementerio de Camagüey se abrió al público el 3 de mayo de 1814, bien adelantado el siglo XIX, la Iglesia admitía enterramientos de personajes distinguidos en el interior de los templos o terrenos inmediatos a las parroquias como las de Santa Ana, El Cristo, La Soledad y La Merced, donde se cavó una cripta bajo el presbiterio.

También hubo dispersas áreas de enterramiento en el interior de viviendas o en áreas rurales colindantes a la población. Según crónicas, ya mucho antes, sobre el 1790, un documento ordenó la construcción del cementerio en las afueras de nuestra población en el terreno aledaño a la iglesia de El Cristo, para evitar pestes y epidemias con tantos cadáveres dispersos dentro del núcleo urbano.

Como todo, hubo ciertas reticencias por parte de los lugareños para abandonar sus tumbas fuera de la sombra de las iglesias y las autoridades públicas debieron realizar tensas campañas para desarraigar la costumbre.

Fue coincidencia que el alcalde de la villa Don Diego del Castillo, promotor de la construcción del camposanto, fuera el primer difundo enterrado allí con sepultura cerca de la calle San Isidro.

EL ARTE FUNERARIO EN AULA DE ESTUDIO

¿Cuántas generaciones de familias residentes en la ciudad descansan en el cementerio de Camagüey? ¿Cuántos apellidos, historias y leyendas, cuántas tumbas, mármoles y epitafios en multitud de estilos caracterizan la “ciudad del silencio” como un museo cultural al aire libre del que formamos parte y al que pertenecemos?

Para ordenar el arte funerario se precisa revisar con espíritu de modernidad la idea que aún tenemos de los cementerios y no considerarlos solo como un espacio ajeno, sino como una muestra de arquitectura especial por la que transitamos.

Un importante paso en ese sentido es la creación del museo monotemático moderno del Centro de Interpretación del Patrimonio del Arte Funerario, en el Cementerio de Camagüey como resultado de la rehabilitación del camposanto por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad, inaugurado en febrero de 2022, en oportunidad del aniversario 25 de esa institución.

Debemos conocer que este museo al aire libre se diferencia de otros tipos de museos donde se exhiben piezas históricas y obras de arte. Aquí las nuevas tecnologías permiten reproducir los más de 200 años de historia cumplidos por nuestro Cementerio General, que es además el más antiguo aún en funciones en Cuba.

PARA ANDAR POR OTROS SENDEROS

El principal objetivo que tiene el Centro de Interpretación es resaltar los valores históricos, arquitectónicos, artísticos, literarios y culturales de este cementerio como museo a cielo abierto, nos explica la joven especialista principal Lic. Alisleida Truffing Linares, mientras caminamos entre un laberinto de pasillos, capillas fabulosas y mármoles de Carrara convertidos en obras de arte irrepetibles.

“Todo cuanto ves aquí representa una síntesis del decursar del tiempo y también, como no, el Centro está llamando a cambiar la mentalidad del cementerio como espacio de enterramiento. Nuestra tarea es interrelacionar con el público para que aprecie los valores culturales atesoramos.

“El espacio del Centro de Interpretación radica en el antiguo el local del necrocomio, construcción que data de 1887, creado por iniciativa de la viuda de Gaspar Betancourt Cisneros, El Lugareño. Este inmueble, que estaba en desuso, fue rescatado por la Oficina del Historiador con el apoyo financiero de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, COSUDE.

“Nuestro museo tiene recorridos para los visitantes a través de senderos patrimoniales que vinculamos con la historia y la cultura general de la ciudad, alcanza los cuatro tramos y 16 cuadrantes, de toda el área”.

El Centro de Interpretación tiene otros atractivos como la Sala Expositiva donde, con el uso de computadoras portátiles, los interesados, incluyendo alumnos de escuelas, turistas y visitantes en general, pueden conocer en directo la historia del Cementerio a través de fotos, música y libros, con posibilidades de clases de historia, literatura, fotografía, y arquitectura, creado todo por un equipo de especialistas.

Además en este cementerio pueden hallarse diferentes costumbres funerarias como la norteamericana, la israelí y la china. Hay temas curiosos, asombrosos y sensibles epitafios, leyendas y personajes deambulando entre lápidas y añosos panteones.