CAMAGÜEY.- La próxima puesta en marcha en dos mini-industrias en los tejares del Poder Popular de Cascorro, en Guáimaro, y Las Mercedes en la ciudad de Camagüey, incrementarán la producción de elementos de barro con destino fundamental a la construcción y reparación de viviendas.
Con las pruebas finales de ajuste de la tecnología china, mediante la cooperación del programa de reducción de riesgos y desastres de Naciones Unidas PNUD, el miércoles último se produjeron los primeros ladrillos de manera industrial en el complejo cerámico UEB Jorge Osvaldo Galindo de Cascorro, y simultáneamente se trabajaba en la arrancada de otra máquina similar en Las Mercedes. Cuando produzcan a plena capacidad, cada una enviará a los hornos entre 3 500 y 4 000 ladrillos por hora u otros surtidos como ladrillo aligerado, rasilla, tejas criollas.
Trabajan en la arrancada de otra máquina en Las Mercedes, de la ciudad de Camagüey
“Humaniza el trabajo y eleva considerablemente la producción toda vez que los resultados de una hora alcanzan las unidades obtenidas en ocho horas de manera manual”, explicó Ariel Meneses Chamizo, director de la UEB de Guáimaro.
Aclaró Meneses Chamizo que esa unidad prevé este 2021 la fabricación de dos millones de ladrillos de barro, ladrillos aligerados, tubos y conexiones de arcilla de forma manual, y otras obtenciones de hormigón: bloques, vigas, plaquetas, tablillas para cubiertas y ventanas, según el plan total en valores de unos siete millones de pesos.
El conocido Tejar de Cascorro dispone de unos 46 trabajadores fijos y la garantía de materia prima a unos cuatro kilómetros del lugar, en la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) José Gómez, yacimiento en el cual tiempos lluviosos como los actuales pueden perjudicar los surtidos previstos si no se aprovecha la tregua de la naturaleza para acumular la arcilla a pie de las diestras manos que no deben cesar y también de la nueva mini-industria.
PRODUCCIÓN LOCAL, DESARROLLO MUNICIPAL
El intendente de Guáimaro, Eduardo Moreno Velazco, destacó la tremenda importancia en ese territorio de la novedosa tecnología para la producción de materiales cerámicos de construcción, pues con la producción proyectada de elementos de paredes --solo con dicho equipamiento--, podrán levantar unas cuatro viviendas diarias en el municipio. Este año deben concluir 40 inmuebles priorizados a familias subsidiadas, de los cuales, afirmó, 10 ya están resueltos.
A través de llamadas telefónicas representantes de las donaciones informaron a los medios provinciales y nacionales de comunicación acreditados aquí, que las mini-industrias fueron priorizadas para las provincias de Camagüey, Ciego de Ávila y Sancti Spíritus, muy afectadas por el paso del huracán Irma.
Rosendo Mesías González, quien atiende en el PNUD el área de reducción de riesgos y desastres, precisó que la donación procede de la agencia Suiza COSUDE y la ONG rumana de apoyo a las Naciones Unidas que respalda los esfuerzos y resultados de Cuba en cuanto al ahorro energético y el empleo alternativo de tecnología apropiadas de protección al medio ambiente, aun en medio de la letal pandemia de SARS-CoV-2, (y el sostenido e inhumano bloqueo de los Estados Unidos, agrega este redactor).
Por su parte, Manuel Vázquez Enríquez, director del Grupo Nacional de Producción Local de Materiales de Construcción, refirió sentirse muy contento por la puesta en marcha de las nuevas mini-industrias en beneficio de las soluciones habitacionales de los citados municipios y por la ayuda del PNUD que podrá extenderse a unos 68 territorios del país, afectados por eventos climáticos.
A la llegada al tejar de Cascorro, Adelante Digital conversó con Oscar García Carmenate, jefe de producción en esa UEB de la empresa provincial del Poder Popular. Luego de conocer que el costo de la nueva planta está cerca de los 60 000 dólares y la obra civil: naves y condiciones socio-laborales, superaron los 2 millones 700 000 pesos, coincidimos de que la eficiencia industrial debe caracterizar ese colectivo en bienestar de la población local y provincial.
Sin embargo, las producciones alfareras manuales, tradicionales, que distinguieron al tejar de Cascorro, no pueden quedar en segundo plano en las presentes y futuras proyecciones. Al contrario, recuperar y multiplicar los resultados para mejorar no solo el fondo habitacional territorial, sino rescatar y preservar la tradición del barro, una fuente de empleo necesaria para el desarrollo socio-económico local y provincial de Camagüey.