CAMAGÜEY.- El 18 de noviembre de 1944 fue una fecha que nunca pasó al olvido para los hermanos Máximo y Raimundo Steere. Los artesanales hornos del pequeño taller de fundición de hierro, propiedad de ambos, se cargaron ese día para iniciar lo que en Camagüey se convertiría en una tradición metalúrgica.
Cuentan que las armaduras para butacas, procesadas en hierro fundido, marcó el incipiente negocio. La solicitud fue hecha por el propietario de un teatro local, empeñado en convertir el espacio de las artes escénicas en una sala de cine.
Sin embargo, la fundición y ensamblaje de lunetas no aseguraron la historia de las producciones metálicas, sino la acertada perseverancia hacia la fabricación seriada de varios modelos de bombas para agua en ese pequeño taller, conocido en la década de los cincuenta como la fábrica especializada, bajo el nombre Steere’s Brother.
Vale decir que el emplazamiento fabril local gozaba de una amplia participación en el mercado cubano, competía con otros productos nacionales y equipos norteamericanos. Las bombas tenían su impacto en los sectores de la sociedad.
El triunfo de la Revolución llevó a los hermanos Steere a radicalizar la posición, siempre al lado del pueblo, y no vacilaron en viajar a La Habana para entrevistarse con el Che, en su condición de Ministro de Industrias, para donar la fábrica, en un gesto de verdadero desprendimiento.
El Comandante los persuadió de que en ese momento, en que el poder revolucionario se organizaba, no existían las estructuras para asimilar la entrega de la industria, pero sugirió cambiar el nombre original por el de Fundición Hermanos Steere.
Un tiempo después el colectivo recibió con asentimiento de que la fábrica pasara a propiedad colectiva, con Mundo, al frente como administrador, y Macho Steere, maestro fundidor, con un despegue, pues a las producciones tradicionales se incorporarían nuevos diseños bajo la marca Taíno, primero y Acinox después.
LAS NUEVAS PRESTACIONES DE ESTA INDUSTRIA
El Máster Edel Fonseca López, asesor en mercadotecnia de la Unidad Empresarial de Base Bomba Camagüey, perteneciente a la Empresa Industrial de Riego, adscrita al Ministerio de Industrias, fijó un principio claro durante la conversación.
“Cada época fue exigiendo importantes demandas que generan aumentos en sus capacidades productivas, reto que ha podido ser resuelto con la armoniosa combinación de la tradición artesanal heredada y la aplicación constante de los adelantos científicos y tecnológicos a los que ha tenido alcance.
“En la actualidad, y con el cuidado de mantener una integración de las tecnologías tradicional y moderna, y el empeño de ingenieros, técnicos y obreros con oficio, la fábrica exhibe un amplio surtido de equipos y piezas de repuesto de más de 70 modelos de diseños y desarrollo propios, capaces de cubrir gran parte de la demanda nacional de electrobombas y motobombas centrífugas horizontales, con calidad y prestaciones acorde a lo normado para estos equipos, nacional e internacionalmente”.
Por ejemplo en el 2018 fue sometido a prueba a nivel de laboratorio en la fábrica “Alejandro Arías un nuevo diseño de motobombas de dos pistones de mucha más potencia que la tradicional usada por los tabacaleros que, según el fabricante, puede dar hasta hasta 60-70 metros de carga y más de 12 litros por minuto.
La comercialización abarcó en el pasado año la entrega de 200 unidades de este tipo de máquina, denominada AMS 50-200, conformada por un impelente enroscado, el cual difiere del anterior que empleaba prense y es ideal para los productores de tabaco, ubicados en las alturas y quienes toman el agua desde la loma donde están los sembradíos.
Una de las buenas noticias del 2019 es el nuevo diseño, concebido para la motobomba tradicional AMS-50-160, desplegada también para el regadío de plantaciones de la aromática hoja, con una entrega a ese sector que oscila entre 400 y 500 unidades.
El ingeniero Guillermo Piñeiro Libera, director de la UEB, ofrece sus valoraciones: “Hoy, cuando el país se encuentra enfrascado en su recuperación económica, sentimos que ocupamos nuestro lugar en este nuevo escenario. Ya estamos diversificando nuestras producciones, recurriendo a los servicios como nueva forma de generar ingresos y de poner nuestra experiencia en resolver problemas de nuestros clientes.
“Con el mismo personal de la fábrica ya se ha organizado un grupo de asistencia técnica para prestaciones de mantenimiento, atención a averías y reparaciones de sistemas ya instalados; montaje de nuevas estaciones de bombeo y sus puestas en marcha; selección o adecuación de equipos; reconversión, reparación o reconstrucción de máquinas en explotación.
“Estas nuevas ofertas son aportes significativos a la ampliación de la vida útil de los equipos de bombeo, y por consiguiente, sustituyen importaciones”.
Una de las máximas que prevalece en el colectivo es que no pueden sentirse satisfechos hasta no rescatar a clientes nacionales tradicionales como el turismo, la agroindustria azucarera y la vivienda; y hasta no resolver el problema salarial que percibe la calificada fuerza laboral.
Muy buenos especialistas formados en esta fábrica se han trasladado a otras labores por mejores condiciones laborales o salariales; sin embargo, quedan herederos de los Hermanos Steere como el plantillero mayor, a quien llaman El Gato; Ramón, el maestro fundidor; Eduardo y Julio, rescatados de la jubilación; en total, 168 trabajadores, de ellos el 16 % graduado de nivel superior y el 40 % de técnico de nivel medio, “tropa, que como dice Guille, seguimos haciendo bombas”.
—La fábrica nunca ha incumplido un plan de producción anual, por lo cual exhibe indicadores económicos aceptables. —En los últimos 35 años se han producido y vendido más de 22 500 electrobombas, 55 500 motobombas y casi 40 000 bombas manuales. —A pesar de la feroz competencia con productores foráneos que tienen acceso a tecnologías actuales muy superiores a las que poseemos, las bombas Steere, Taíno y Acinox producidas en esta fábrica se encuentran trabajando en todas las ramas de la sociedad cubana y en países como Uganda, Angola, Namibia, México, Guatemala, Honduras, República Dominicana, Bolivia, Venezuela y Costa Rica. —El significativo aporte a la formación de nuevos técnicos los ha hecho acreedores de la condición de Centro de Producción Docente, distinción que otorga el Ministerio de Educación, y que aceptan con orgullo y responsabilidad en la preparación integral de los estudiantes que acogen. |