CAMAGÜEY.- El elitismo de la atención médica en la otrora clínica identificada como la Colonia Española quedó atrás con su nacionalización en 1959, aunque fue en 1967 que pasó al servicio de los niños, bajo el nombre de hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña. Hasta esa fecha a los menores los ingresaban en el quinto piso del actual hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, de la ciudad de Camagüey.

Desde entonces, el panorama de la asistencia médica a los más pequeños y sus familias cambió de manera rotunda. Allí han consultado a muchos que ya sobrepasan las cinco décadas de vida y, quizá, mantengan en sus memorias al menos un atisbo de cuánto hicieron por salvar sus vidas y garantizarles, en mucho, lo vivido.

Para dar fe de cuánto se hace, a pesar de tantas dificultades, conversamos con el Dr. Carlos Busquet García, Máster en Urgencia Médica, especialista en Neurofisiología Clínica y director de la institución docente y asistencial, quien destacó como servicios territoriales las unidades de Cuidados Intensivos e Intermedios, que acogen a pacientes de las provincias de Ciego de Ávila y Las Tunas, así como los de Neurocirugía, Neonatología, Cirugía Neonatal y Onco-Hematología Pediátrica.

El de Audiología es de referencia en las provincias mencionadas y otras, para discutir en los casos requeridos el diagnóstico y entrenamiento de los beneficiados con el implante coclear, producto sanitario activo de alta tecnología, que consiste en un transductor transformador de las señales acústicas en eléctricas que estimulan el nervio auditivo.

Todo ello, sin descuidar el proceso inversionista en la mayoría de los servicios, con ampliaciones, adecuaciones y mantenimiento constructivo, además de la incorporación de moderna tecnología.

De igual manera se recuperaron los valores arquitectónicos de la edificación con valor patrimonial, de la cual reza como fecha de inicio de construcción el mes de julio de 1908.

GARANTÍAS DE VIDA

Desde hace dos años el “Pediátrico” cuenta con una dotación de 356 camas, ofrece prestaciones en 33 especialidades médicas, de estas 26 entre las clínicas y de diagnóstico, y siete quirúrgicas. Otros servicios como Angiología, Cirugía Estética y Reconstructiva, sobre todo para los casos de quemados, son tratados previo convenio por especialistas del “Manuel Ascunce Domenech”; los relacionados con Cirugía Cardiovascular encuentran respuestas en la capital del país, respaldados por la Red Nacional Cardiopediátrica.

Esta, muy bien ajustada, garantiza también medicamentos muy costosos, adquiridos en países lejanos por el impedimento de comprarlos en otros de nuestra área geográfica debido al bloqueo económico, comercial y financiero, cada vez más agudizado por el gobierno de los Estados Unidos, donde podrían conseguirse a precios más atractivos.

Un importante colectivo de profesionales de elevado nivel científico y de técnicos, y personal de servicio con alto grado de sensibilidad humana asegura la calidad de los servicios de la Pediatría en su conjunto en este hospital, destinado a niños y adolescentes de hasta 17 años, 11 meses y 29 días.

Busquet García explicó que en la actualidad se enfrentan a una morbilidad (cantidad de enfermos) muy alta, ocasionada por las dolencias respiratorias, y la vigilancia prevista de los febriles por arbovirosis como el dengue. Para ello cuentan con camas acondicionadas para cuidados progresivos e intermedios, en aras de mantener vigilados e hidratados los casos de sospecha o confirmados de ese padecimiento.

El especialista señaló que no pocas veces los familiares se quejan porque sus hijos pasan allí seis días sin recibir medicamentos, y resulta que esa es la etapa crítica, y más al desaparecer la fiebre. Al niño ingresado por esta causa deben garantizársele entre cuatro y seis frecuencias diarias de líquido por vía oral. Hasta ahora no ha habido reportes con complicaciones graves o fatales.

En medio de la actual contingencia energética, indicó el directivo, no se deja de ofrecer asistencia alguna, ni siquiera en los momentos más difíciles, porque a las áreas de las terapias, quirófanos, neonatología, medios diagnósticos se les mantiene la climatización que necesitan, y los medicamentos, alimentación y otros recursos están disponibles para quienes los precisan, porque el ahorro se encamina a usar menos electricidad en otros lugares y emplear adecuadamente cada material, sin afectar la salud de los pacientes.

RESULTADOS QUE DICEN

Al cierre del 2018 se registró el mejor resultado de la historia en cuanto a mortalidad en todas las edades pediátricas, y la última defunción de un menor de un año se reportó el 17 de agosto, cifras que dejan atrás las del 2006, catalogado hasta entonces el más exitoso. Mientras, desde enero a la fecha han sido 38 los fallecidos en total y seis en menores de un año, lo que apunta a terminar el 2019 con saldos superiores.

En el calendario precedente sobrevivieron a cirugías 13 neonatos, uno de 26 días de nacido y los restantes no llegaban siquiera a los 20. Para los que no pueden ser trasladados desde el hospital materno infantil Ana Betancourt por riesgo para sus vidas, el equipo médico se desplaza y los interviene quirúrgicamente allí.

No puede dejar de mencionarse la morbilidad que enfrentan en el centro asistencial debido a malformaciones congénitas. Algunas, incluso, eran diagnosticables, mas no siempre las familias acceden a interrumpir el embarazo. En esos casos, al momento del parto se mueve a su alrededor todo lo necesario para enfrentar la situación. Para los que nacen con problemas del corazón, se activa la mencionada Red Cardiopediátrica.

Aun con estas cifras de sobrevivencia, Busquet García hizo un llamado a los familiares porque en los adolescentes mayores de 15 años hay más fallecidos por accidentes de diversa índole, los cuales por lo general son prevenibles.

EN DOS SERVICIOS MUY SENSIBLES

La Dra. María Josefa Plá del Toro, especialista de 2do. Grado en Hematología, Profesora Auxiliar, Máster en Atención Integral al Niño y jefa del servicio de Onco-Hematología del hospital, calificó el bloqueo impuesto por los Estados Unidos en términos médicos:

“Es sistémico y sistemático, y como sabemos afecta a todos, pero de manera particular a los enfermos onco-hematológicos, para los que más del 50 % de la terapéutica no es producida en el país. Hemos tenido déficit de algunos medicamentos y otros vienen del exterior, de la India, de China, muy costosos.

“Esa genocida política influye en las familias de los niños en la terapéutica medicamentosa, en la dieta requerida, tanto a nivel de hospital como en sus hogares, y las daña desde el punto de vista psicológico; sin embargo, es bueno resaltar la respuesta positiva de nuestros trabajadores, tanto profesionales como no profesionales propios del sector, porque de todos se requiere calidad y dedicación. El propósito de quienes calumnian los esfuerzos del país de crear desconfianza e indisciplinas no lo han logrado aquí, donde resulta tan importante la atención médica, de enfermería, como mantener la limpieza, la elaboración de la comida, la administración de los medicamentos, y esa respuesta ha sido una tranquilidad”.

En el servicio de Neurocirugía conversamos con la Licenciada en Enfermería Caridad Camejo Martínez, Máster en Urgencias Médicas y jefa de su personal, y con el Dr. Jorge Enrique Mendoza Paret, especialista en Medicina General Integral (MGI) y Neurocirugía.

Ambos coincidieron en las afectaciones provocadas por la despiadada actitud del Gobierno del vecino del Norte. El Dr. Mendoza mencionó las soluciones, dentro del protocolo, que están obligados a adoptar en niños hidrocefálicos que requieren de sistemas derivativos, al resultar demasiado costosos para el país. Por eso las alternativas se encarecen, al igual que otros materiales e implementos para las cirugías. A pesar de ello, este hospital está priorizado, aseguró, porque la sensibilidad con los niños es lo primero.

Caridad insiste en que el bloqueo provoca déficit en los procesos que parecen simples, como la falta de jeringuillas y hasta de termómetros, igual que de ciertas medicinas; sin embargo, se hace hasta lo imposible para satisfacer las necesidades de los menores, por lo que no han enfrentado desenlaces fatales.

MARÍA EDUARDA O CUÁNTO VALE LA VIDA DE UN NIÑO

María Eduarda Piedra Duvergel, de seis años de edad, y su familia más cercana (madre y abuela materna), viven en el “Eduardo Agramonte Piña” desde hace 14 meses. Ella padece de la enfermedad de Crohn, que es crónica inflamatoria intestinal, y de parálisis periódica hipopotasémica (rara complicación caracterizada por la aparición de episodios de debilidad muscular), y está registrada como el único caso en Cuba. Es una niña código rojo en nuestra Salud Pública, debe permanecer cerca del hospital, donde estará hasta que reciba su nueva vivienda, pues reside en el municipio de Vertientes.

Yaimar, la madre, agradece las atenciones, desde el director, que la llama “mi niña”, hasta de todo el personal involucrado. A ella le ofrecieron la posibilidad de trabajar como Contadora allí y viven en un cubículo que cuenta con camas, baño y donde preparar los alimentos, de manera que no corra peligro, en lo posible, de contraer otras enfermedades.

Cuando nos acercamos a María Eduarda, quien cursa el 2do. grado en la escuela Frank País, de la Avenida de la Libertad, preguntó si le llevábamos revistas para leer. Ese día no había asistido por encontrarse con catarro, mas regresa a diario como la mejor del aula. Muy categóricamente dijo: “Voy a ser neurocirujana”. Ojalá en unos años integre el colectivo de ese, su hospital-casa, para hacer el bien a otros que seguirán contando sus propias historias de vida.

 El bloqueo entorpece la adquisición de tecnologías, materias primas, reactivos, medios de diagnóstico, equipos y medicamentos para el tratamiento de enfermedades graves, como el cáncer. Entre abril del 2018 y marzo del 2019, el daño a la Salud ascendió a 104 millones 148 178 dólares, cifra que supera en más de seis millones a la del año anterior. En ese período, la empresa importadora y exportadora de productos médicos MEDICUBA S.A., realizó solicitudes a 57 compañías estadounidenses para adquirir recursos. Hasta la fecha, 50 no han respondido y otras tres han alegado que, debido a las sanciones, no están autorizadas a vender a Cuba medicinas o insumos.